Una aristócrata, acostumbrada a una vida burguesa y estable, tendrá una experiencia única, absolutamente inesperada, que le llevará a enfrentarse a todos sus principios vitales y morales. Bajo esta premisa se presenta 24 horas en la vida de una mujer, adaptación en formato musical de la novela de Stefan Zweig, que llega este sábado al Teatro Cervantes (20.00 horas) con un reparto encabezado por Silvia Marsó.

El montaje, que ha ganado el Premio BroadwayWorld como Mejor Espectáculo Musical de pequeño formato, desentraña los misterios de la naturaleza humana y nos muestra como el destino puede convertirse en catalizador de un profundo debate moral, cuando los personajes se ven enfrentados durante 24 horas a sus propias normas de conducta, las que, hasta entonces, han guiado sus vidas. Es la eterna lucha por superar la contradicción entre la necesidad de pertenecer a un grupo social, compartiendo sus reglas, o anteponer el irrenunciable anhelo individual de existir emocional y sentimentalmente. La presión social, los valores morales, el estatus y la religión con sus preceptos condicionan cada uno de los actos del ser humano.

Huyendo de una profunda depresión tras la muerte de su esposo, Mrs. C (Marsó) observa en el casino de Montecarlo a un joven jugador (Felipe Ansola) que esa noche pierde todo su dinero en la ruleta. Desesperado el joven abandona el casino y ella, tras seguirlo, consigue evitar su suicidio. Compasiva le ofrece pagar su alojamiento esa noche y darle una cantidad para que abandone Montecarlo al día siguiente y pueda saldar sus deudas. Al llegar al hotel el joven se aferra desesperadamente a aquella mujer a la que considera su salvadora y Mrs. C conmocionada y ante el temor de que el joven intente de nuevo suicidarse, decide no separarse de él durante las siguientes 24 horas.