El pie zambo, denominado también como pie equino varo, es una de las deformidades congénitas infantiles más frecuentes. 1 de cada 1.000 recién nacidos lo sufren este problema de salud que puede tener importantes consecuencias para su "vida normal".

Como explican los especialistas de la Sección de Traumatología y Ortopedia Infantil del Hospital General Universitario Gregorio Marañón se trata de un conjunto de deformidades congénitas que están presentes en el momento del nacimiento en las que el pie del bebé presenta unas características diferentes:

  • En lugar de orientarse hacia delante y tener la forma típica y normal, el pie zambo se orienta hacia abajo y gira hacia dentro
  • Hasta en el 50% de los casos se da en ambos pies y es más común en varones, según indican los especialistas de esta unidad.

Su tratamiento es esencial puesto que, de lo contrario, el pie va a seguir girándose conforme crece el niño, lo que provocará problemas de movilidad y la imposibilidad de calzar unos zapatos.

Según el doctor Ángel José Villa, jefe de Sección de Traumatología y Ortopedia Infantil del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Gregorio Marañón:

  • "Aún no sabemos por qué se produce el pie zambo, pero cada vez más estudios nos indican que hay que abogar por un origen genético, es decir, hablamos de una deformidad congénita y, por eso, el tratamiento que hacemos con el Método Ponseti se basa en hacer que el pie funcione lo mejor posible para que los niños puedan llevar una vida normal”.

El pie zambo es una deformidad en recién nacidos que se puede corregir Foto Pixabay

¿En qué consiste el Método Ponseti?

Los especialistas en traumatología y ortopedia consideran el Método Ponseti como el más adecuado y eficaz para corregir el pie zambo. Y como comenta la doctora Ana María Martínez, médico adjunto de la unidad especializada en pie zambo. 

  • “Hoy en día esta deformidad es totalmente curable gracias al método desarrollado por el ortopeda español Ignacio Ponseti, que llevamos empleando en el Marañón desde hace casi 20 años con unos resultados fantásticos”.

¿Y en qué consiste este método? La experta lo explica como sigue:

1- "Se trata de una manipulación concreta y colocación específica de unos yesos en un orden preestablecido, que es conveniente comenzar a realizar lo antes que sea posible. Esos yesos de cambian cada semana durante unas cinco a siete semanas”. 

2 - Cada semana se les cambia el yeso a los pequeños pacientes, se les moviliza el pie y se les pone uno nuevo, y así consecutivamente. Este proceso se repite entre cuatro y seis veces. Las escayolas se colocan desde los dedos del pie hasta la raíz del muslo, con la rodilla colocada en 90 grados

“Para los niños este es un proceso indoloro, pero tras él siempre queda el pie unos grados hacia abajo. Y eso hay que corregirlo.

3 - Así llegamos a la tercera fase en la que se realiza una pequeña incisión en el tendón de Aquiles de apenas 2 milímetros. Esta es una cirugía muy sencilla, lo que denominamos cirugía percutánea. Tras esta cirugía, el bebé sale con otro yeso que se mantiene tres semanas para que cicatrice el tendón”, indica el doctor Guillermo Sosa, médico adjunto de la unidad.

El Método Ponseti es el mejor tratamiento para corregir el pie zambo. Hospital Gregorio Marañón.

4 - El cuarto paso consiste en la poner una férula al niño, unas botitas de horma recta a los niños que van unidas por el medio por una barra que se colocan a los grados precisos, en función de las necesidades de cada niño.

Con esta férula se previene que el pie vuelva a colocarse mal, algo que según explica la doctora Rocío Gamero, médica adjunta del Servicio de Traumatología y Ortopedia Infantil del Hospital Gregorio Marañón, ocurre en el 80% de los casos.

  • “Por eso es muy importante la labor que realizamos de explicarles a las familias la necesidad de que los niños tengan puestas las botas, nosotros les citamos cada 15 días para ver cómo van y revisar, pero, al principio, deben usarlas 23 horas y ese compromiso lo deben adquirir las familias para que el resultado sea bueno”.

5 - Cuando llevan tres meses con ellas, se las ponen solo para dormir, lo que se traduce en:

  • Menores de 2 años, unas 17 horas al día
  • A los 2-3 años 14 hora
  • Hasta que tienen 5 años, 12 horas .

6 - Por último, acuden a revisiones cada seis meses tras haber cumplido los 5 años y después, anual o bienalmente, hasta que los pacientes dejan de crecer.

El pie zambo tiene remedio si se comienza muy pronto Foto de Alex Pasarelu en Unsplash

Recomendaciones para cuidar las escayolas

Ya hemos visto que los pequeños con pie zambo deben llevar durante un largo tiempo las escayolas. Por eso, no está demás conocer algunas recomendaciones para mantener estos yesos en el mejor estado posible y, así, asegurarnos que cumplen correctamente su función. 

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La Sociedad Española de Ortopedia Pediátrica ofrece algunas sugerencias: 

  • Aunque son niños muy pequeños y es difícil controlarles continuamente, los especialistas insisten en que el yeso debe estar limpio y seco. Por eso, hay que evitar que se mojen. Si esto ocurre hay que acudir al hospital para que lo revisen.
  • Si se observa que los dedos del pie están hinchados, hay que poner al niño en una posición donde los pies queden elevados. Y si así no mejora acudir a las urgencias. 
  • Si la escayola molesta al niño en algún punto, lo mejor es no manipularla sino acudir al especialista para que la acople correctamente. 
  • Por último, si la escayola desprende mal olor o los dedos del niño se ponen azules se debe acudir a un hospital para su revisión.