Semana Santa de Málaga 2024

Adiós a dos tronos históricos: la Sentencia y el Amor saldrán por última vez en las andas de los años 50

El artesano malagueño Manuel Toledano es el encargado de tallar los dos grandes proyectos que verán la luz la próxima Semana Santa

Ejecución del nuevo trono de la Sentencia por Manuel Toledano y diseño de Ruiz Montes.

Ejecución del nuevo trono de la Sentencia por Manuel Toledano y diseño de Ruiz Montes. / L. O.

F. J. Cristófol

F. J. Cristófol

 Los años 50 del pasado siglo supusieron en Málaga el despertar patrimonial tras la Guerra Civil, las nuevas imágenes y los nuevos tronos asentaron la idiosincrasia de la Semana Santa. Uno de los principales artífices de aquel estilo, Pedro Pérez Hidalgo dejó un legado que terminará por desaparecer este año. El último de sus tronos procesionales, el de la Hermandad de la Sentencia -de 1959-, saldrá por última vez este año. Otra de las andas definitorias del estilo malagueño, el trono del Cristo del Amor, obra de José Ávila y Pedro Román, de 1954, se jubilará a los 70 años.

Aunque son muchas las figuras detrás de la hechura de un trono procesional, en este caso ambos tienen en común a un artista: Manuel Toledano. El malagueño, hijo también de artesano de la madera, está siendo el encargado de interpretar con la gubia los diseños de Ruiz Montes, para la Sentencia, y Fernando Prini, para el Amor. Toledano, ser el encargado de crear estos nuevos cajillos “supone un reto, una superación”. Las paredes de su taller son una profusión de diseños, imágenes y, también, recuerda Toledano, “un grafiti grande que pinté en todo lo alto de una de las paredes de mi taller: “Ars Longa, Vita Brevis” y así es: el motor de la creación artística tal y como yo la entiendo, es el deseo irrefrenable (y prácticamente inalcanzable) de alcanzar tu ideal artístico”.

Ejecución del nuevo trono del Cristo del Amor por Manuel Toledano y diseño de Fernando Prini.

Ejecución del nuevo trono del Cristo del Amor por Manuel Toledano y diseño de Fernando Prini. / L. O. / LMA

Los ojos de Toledano ayudan a entender muy bien cómo van a ser estos dos tronos que saldrán a la calle en 2025: “¡Son tan distintos! Uno es la exuberancia y otro la delicadeza. Muchísimo peso del elemento escultórico en el caso de la Sentencia, mucho más limitado en el trono victoriano, que suple con el mayor peso arquitectónico de este último. En ese sentido, ayuda a que sean tan poco similares el partir de dos dibujos de diseñadores también distintos”.

Se trata de dos tronos originales. Por un lado, el de la Sentencia que según Toledano “sigue una corriente de revival procesionista, reminiscente de trabajos anteriores como el trono de Ánimas de Ciegos por Ibáñez”. Así, en el caso del Amor, diseñado por Fernando Prini, “destaca la sutileza y elegancia de líneas. Incorpora el sobrecajillo característico del autor, como en el trono de la Redención. Este elemento contribuye a crear una estructura piramidal en tronos de perfiles rectos”. Además, concluye Toledano, que “la diferencia en la altura de los candelabros delanteros y traseros es visualmente impactante”.

Esculturas del sevillano Álvaro Abrines para el trono de la Sentencia.

Esculturas del sevillano Álvaro Abrines para el trono de la Sentencia. / L. O. / LMA

El protagonismo de la imaginería en el trono de la Sentencia hace que sea especialmente relevante la figura de otro artista, como es el sevillano Álvaro Abrines. El imaginero considera que está ante “una oportunidad increíble. Es un gran avance en mi carrera”. Aunque ya ha trabajado antes para la provincia, ha recibido casi a la par dos encargos para la capital: este trono y parte de la imaginería del retablo de Mena: “Lo afronto con mucha ilusión y mucho respeto”, indica Abrines a La Opinión de Málaga.

Ya desde que vio el diseño de Ruiz Montes se vio llamado por este estilo: “Me dije a mí mismo que me encantaría que llegara la posibilidad de hacer un trono o un paso de este calibre, de envergadura, con diferentes tipos de materiales, de acabados, y con esos relieves”. El artista se encuentra muy cómodo con los proyectos para la capital y avanza a un ritmo óptimo para que pueda estrenarse en la Semana Santa de 2025.

Esculturas del sevillano Álvaro Abrines para el trono de la Sentencia.

Esculturas del sevillano Álvaro Abrines para el trono de la Sentencia. / L. O. / LMA

Hermanos mayores

En cuanto a las cofradías involucradas, el hermano mayor del Amor, Álvaro Guardiola, reconoce que “para la Hermandad supone un paso adelante hacia el incremento del patrimonio” y reconoce que el actual trono “ha estado una serie de años cumpliendo una función de la cual estamos muy orgullosos, pero veíamos necesario en el seno de la hermandad dar el salto cualitativo con este trono, obra del diseñador Fernando Prini”.

Con el nuevo trono, indica Guardiola, se salvará una “cierta carencia del actual trono, la de sus dimensiones”. El Cristo del Amor mide 1,44 metros, la Virgen de los Dolores todavía es de dimensiones más reducidas, y “el trono actual, con ocho varales, venía un poco siendo desmedido para las imágenes que damos culto”. El nuevo trono pasará a tener seis varales y un ancho más reducido, lo que permitirá ver a las imágenes en una escala mucho más adaptada.

Por su parte, en la Sentencia hablan sobre su nuevo trono como “un revulsivo no sólo para la hermandad, sino para la Semana Santa en general”, según su hermano mayor, José María Romero. “Es la culminación de un proceso que comenzamos hace seis años y que en el cual hemos puesto todas nuestras ilusiones, todos nuestros recursos”. Asimismo, considera que actualmente hay “tranquilidad y esperanza, porque después de las dificultades que hemos atravesado, las cosas se han encarrilado y van desarrollándose de la manera deseada”. Romero espera que el nuevo trono “sea una gran sensación”.

Piezas que está tallando Manuel Toledano para el nuevo trono de la hermandad de la Sentencia.

Piezas que está tallando Manuel Toledano para el nuevo trono de la hermandad de la Sentencia. / L. O. / LMA

El trono de la Sentencia será el último de Pérez Hidalgo que procesione en la Semana Santa de Málaga, lo que supone una responsabilidad con la memoria del artista, aunque Romero indica que esa responsabilidad “no es diferente a la que tuvo la primera cofradía en cambiar un trono de este autor”. Lo cambiamos porque está en muy mal estado, la factura deja muchísimo que desear y creemos que lo que era importante de ese trono, que son las líneas, se mantienen en el nuevo”. Aunque, completa Romero, que deje de salir no significa que se vaya a perder esta obra: “Estamos trabajando para poder guardar el trono en la casa hermandad y en otros lugares, pero estamos pendiente de algunos detalles, para que no se pierda el recuerdo de esta obra de Pedro Pérez Hidalgo”.