La ceutí Noelia Arques lleva dieciséis años afincada en Málaga y ya ha hecho suya esta ciudad. En plena crisis tuvo la osadía de montar un negocio y hace dos años dio su primer paso como empresaria. Se escribe rápido pero no ha sido fácil: al igual que muchos, dejó la casa familiar muy joven –para estudiar Filología Inglesa–, trabajó en oficinas de cambio de moneda y en una promotora inmobiliaria hasta que vio en la mala situación económica su oportunidad; lo que para algunos podría suponer una locura, un contrasentido, es lógico para el emprendedor. «Con la crisis echaron a mucha gente en la oficina. Vi el momento de montar un negocio de lo que realmente me gustaba, la moda».

Noelia miraba blogs de jóvenes que hacían prendas y complementos a mano, y se dio cuenta que era una tendencia a punto de cobrar fuerza; eureka: ése sería su nicho de inversión. Estaba a punto de nacer La Habitación de Kate, su empresa; en realidad, su alumbramiento se produjo antes. «Yo tenía un blog personal hace mucho tiempo. Siempre pensaba que me encantaría entrar a curiosear a la habitación de Kate Moss, me gustaba cómo iba vestida, el estilillo que ella tiene... De ahí surgió el nombre para el blog y, después, para mi tienda».

Arques decoró su negocio como si fuera un dormitorio y quiso hacer partícipe de todo el proceso a quien visitara su blog. Como ven, la Red ha sido un feliz y eficaz secretario para la joven: «Sin Internet no estaría ahora mismo o no habría tenido el boom que ha tenido mi tienda. Gracias al blog nos llamaron muchos medios».

Pero para esta inquieta emprendedora, cómo no, no todo quedo ahí, en su local. Con la idea fija de revitalizar el entorno de la tienda,y en colaboración con algunos comerciantes y vecinos, montaron a principios de este año, y con gran éxito, Creactiva, una muestra de creadores independientes hasta con espectáculos de danza oriental y Bollywood. «No queríamos que fuera el típico mercadillo de toda la vida, sino que se montara un espacio bonito, que la gente viniera, aunque sólo fuera a mirar de lo bonito que estaba todo».Con ese espíritu, esta novel empresaria, fanática de Inglaterra –al verla parece una princesa sacada de la película Ivanhoe–, participa de esta red cultural que ha hecho renacer la plaza San Pedro de Alcántara.

El siguiente paso fue Fabric Taller. Su habitación no paraba de crecer , necesitaba más espacio y un sitio para trabajar; así, se unió con Victoria Bellido y Paloma Hiles para instalarse en la última caballeriza que queda en Málaga. Las clientas insistieron y se transformó en un encantador refugio donde se imparten cursos de técnicas de customizaje. Apoyado por el Área de Igualdad del Ayuntamiento de Málaga –«los proyectos no los hacemos para que nos ayuden, pero si el apoyo viene, bienvenido sea»–, Fabric Taller desarrolla talleres gratuitos para mujeres empadronadas en el Centro de nuestra ciudad.

Arques, una amante de las tiendas de segunda mano (su favorita en Málaga es Find de Lux; tiene el requisito máximo para que un local funcione: «personalidad»), se siente feliz con todos sus proyectos y reconoce que ha logrado mucho más de lo que ella esperaba. La clave, una sola palabra, dice: trabajo. Desde su experiencia, aconseja a aquellos que están pensando en montar negocio y aún no se deciden a dar el salto: «No todo el mundo sirve para llevar un negocio; necesitas una capacidad de trabajo muy grande, tienes que ser muy responsable, con una idea clara de lo que quieres montar, pero, sobre todo, ser coherente. Eso es el éxito».

Su espíritu emprendedor le hace sentirse poco esperanzada con las nuevas generaciones: «Están recibiendo una educación nefasta, principalmente de sus padres; la base de lo que somos esta en la educación que recibimos en la primera infancia. Espero que cambie, porque si no, madre mía, qué vejez nos espera».

Trabajo, empresa, esfuerzo... Son palabras que suele emplear Noelia Arques, una mujer amante del mar que de pequeña soñaba con ser actriz; dos facetas para algunos reñidas con lo empresarial. Sin embargo, a Noelia esta mezcla es lo que le impulsa. Reconoce que nunca fue una manitas pero que se sabía de memoria la enciclopedia de labores de su madre; tampoco se considera romántica pero sus proyectos tienen un aire bucólico-pastoril: «Supongo que una parte de mi es así y ha salido ahora con la tienda [ríe a carcajadas]».