Ignacio Andrés Fernández Carreño, un chileno de 22 años, iba el viernes por Barcelona con dos amigos cuando se encontraron en la calle una vez ya había empezado el toque de queda vigente de las 22.00 a las 6.00. Los tres salieron estaban en Sant Antoni cuando una patrulla policial, no saben precisar si de la Guardia Urbana o los Mossos, es preguntó qué hacían a esa hora en la vía pública. Respondieron que iban al domicilio de uno de ellos, en la avenida del Paral·lel y que se dirigirían directos hacia allí. Y preguntaron a los uniformados qué pasaría si les volvían a parar por el camino.

Según Fernández Carreño, los agentes les dijeron que si eso sucedía les indicaran la identificación de su patrulla para que les dejaran seguir sin sancionarlos. Relata el chileno que cuando estaban en la calle Nou de Dulce, una segunda patrulla les paró, les pidió la identificación y, tras una gestión inicial sobre la primera identificación, la situacion se enconó.

Reacción colérica

Fernández sostiene que informó a uno de los mossos de que un latero acaba de robar cinco euros y se había ido corriendo. Y el agente, según se aprecia en un vídeo que grabó una vecina, reaccionó molesto y golpeó al joven chileno en la cara, antes de lanzarlo al suelo y conducirse con una agresividad que no parece proporcionada con la actitud de Fernández, que acabó en el suelo con tres mossos encima, después se acerca un cuarto, y gritando que le estaban torturando.

La situación es de una agresividad evidente y el vídeo llevó a los mossos, según un comunicado del cuerpo, a tomar la decisión, el sábado, de apartar de sus funciones al agente en cuestión, miembro del área de recursos operativos (ARRO)

Uno de los mossos desplega una porra extensible y se la coloca en un tobillo, según se aprecia en las imágenes, en las que no se ve claro algo que el joven denuncia: que el primer agente le golpeó la cara contra el suelo. Dice que al hacerlo le partió un pedazo de diente, al margen de causarle otras lesiones que no resultaron de gravedad. De lo que no hay duda a la vista del vídeo es de la agresividad con que se conduce el mosso y de que no se ve que el detenido empleara la violencia.

Denuncia en breve

Los agentes se llevaron detenido a Fernández, que no tiene regularizada su situación en España, que pasó la noche en la comisaría de Les Corts. Pasadas las cuatro de la tarde del sábado fue trasladado a la Ciutat de la Jústícia y tras declarar ante la jueza, quedó en libertad, después de que le comunicarán que había sido detenido por dar una patada a un agente, algo que no se aprecia en el vídeo.

Fernández vive con indignación lo sucedido y tiene intención de presentar una denuncia contra la actuación policial. Por ahora ha trasladado los hechos a Fedelatina, federación de entiades lationamericanas de Barcelona.