Juicio del año

Los testigos desmontan la versión de Alves de que iba bebido

La prima y la amiga de la víctima han explicado que no lo vieron bebido "ni perjudicado" cuando lo conocieron

El exfutbolista Dani Alves durante un juicio en la Audiencia de Barcelona, a 5 de febrero de 2024, en Barcelona.

El exfutbolista Dani Alves durante un juicio en la Audiencia de Barcelona, a 5 de febrero de 2024, en Barcelona. / EP

Germán González / J. G. Albalat

En su escrito de defensa, Dani Alvesmantenía que las relaciones sexuales con la joven de 23 años que lo acusa de violación fueron consentidas y que por eso es inocente, aunque su abogada introdujo como atenuante el elemento del alcohol ante una eventual condena, lo que podrían reducir la pena. Es decir, su letrada quiso explicar en su escrito que la noche del 30 de diciembre de 2022 el jugador estaba bebido en la discoteca Sutton cuando presuntamente asaltó a la víctima.

Para ello, la abogada presentó el tíquet de consumición que el jugador habría validado para adquirir bebidas alcohólicas dentro del local, así como el testimonio de su mujer, Joana Sanz, a quien habría explicado que la noche de la presunta agresión estaba ebrio, cuando la modelo fue a visitarlo a prisión semanas después. Además, desde el entorno del brasileño se intentó buscar testigos que acreditaran que en la discoteca lo habían visto bebido.

"Ni perjudicado"

Sin embargo, en la primera sesión del juicio celebrado en la Audiencia de Barcelona nadie ha corroborado esta versión. La prima y la amiga de la víctima han explicado que no lo vieron bebido "ni perjudicado" cuando lo conocieron. Además, han señalado que ellas apenas bebieron de las copas de cava a la que las invitaron, como tampoco lo hicieron el jugador y su acompañante. 

Por su parte, los camareros de la sala Sutton que los atendieron en el reservado también han coincidido que no vieron ningún "comportamiento extraño" en el jugador y que era un "habitual" de la discoteca. Han explicado que a veces pedía el reservado número 6 que se puede alquilar y que tiene acceso, por un pasillo privado, a una suite apartada en la que hay un sofá, un televisión y un gran ventanal, y que esa noche tenía la puerta de entrada abierta.

Botella de champán grande

También han remarcado que el acompañante de Alves pidió una botella de champán, pero que luego la cambiaron por otra más grande. Fue en ese momento cuando les pidieron invitar a algunas mujeres que había en la discoteca. Primero fueron dos y, después, el grupo de la víctima y sus amigas. Uno de los camareros ha remarcado que fue el amigo del jugador quien, "con un gesto", le indicó las chicas a las que debía ir invitar. 

En este sentido, las amigas de la víctima han remarcado que, cuando llegaron al reservado de Alves, había dos mujeres que rápidamente se fueron de allí. El camarero ha señalado que interpretó el "gesto con los dedos" como una forma de que se acercase a las mujeres que le señalaba para invitarlas "a una copa de cortesía", tal como ya había ocurrido en otras ocasiones. Además, ha explicado que la suite a la que se accede por el reservado tiene un baño particular que no siempre está abierto, y que es el lugar en el que presuntamente ocurrió la agresión sexual.

El empleado también ha relatado que fue el amigo de Alves quien pidió la cuenta, aunque no recuerda quién la pagó. Simplemente, ha explicdo, se acercó para darles una copa de cava en mano y luego se fue a atender otra mesa. Además, el camarero ha asegurado que no les dijo a las mujeres que quien les invitaba era Alves.

La víctima lloraba en el pasillo

Otro empleado de la discoteca ha declarado que Alves es un "cliente habitual" y que siempre intentaba pedir esa mesa con reservado, aunque no siempre estaba disponible. De hecho, la noche de la presunta agresión se encontraban en otra mesa y los cambiaron un rato después. Además, ha indicado que su jefe le había pedido que esa día dejara la puerta de la suite abierta, pero desconoce quién la reservó. 

Por su parte, el portero del Sutton ha señalado en el juicio que había hablado un rato con las chicas cuando entraron al local y que por eso se interesó por ellas cuando vio a una -la víctima- llorando en el pasillo. "Había simpatizado con ellas y por eso me acerqué para ver si todo estaba correcto, pensaba que se trataba de un desamor, algo habitual en la discoteca", ha declarado el portero, quien ha añadido que en el momento en que hablaba con ellas pasó Alves por detrás "a un metro" sin decir nada.

Activación del protocolo

El testigo ha explicado que la chica estaba llorando -"ni muy alterada ni en estado catatónico"- y que cuando quiso interesarse "ella dijo que había tenido un problema con alguien muy importante". Después llegó el responsable del Sutton y fue cuando se verbalizó que podría haber sufrido abusos, por lo que la condujeron a un reservado y se inició el protocolo de actuación de la discoteca para estos casos. El portero también ha declarado que no sabía que estaba Alves en el local ni tampoco si acudía mucho, ya que habitualmente la gente famosa "entra por otras zonas como el aparcamiento o los privados"

El juicio continuará este martes a partir de las 15 horas. Está prevista la declaración de hasta 22 testigos, como el amigo de Alves o su pareja, además de mossos y empleados del Sutton. En caso de que por tiempo no puedan testificar todos, se seguirá el miércoles. Ese día también están previstas las declaraciones de los peritos y forenses y, si da tiempo, podría testificar Alves. El tribunal podría habilitar otro día de sesión de juicio para los informes finales.