Las lágrimas emocionales de una mujer reducen la agresividad de los hombres

Su olor disminuye la actividad neuronal masculina relacionada con las reacciones violentas

Las lágrimas emocionales de una mujer alteran el comportamiento masculino.

Las lágrimas emocionales de una mujer alteran el comportamiento masculino. / Generador de imágenes de la IA de BING para T21/Prensa Ibérica, desarrollada con tecnología de DALL·E.

Eduardo Martínez de la Fe

Eduardo Martínez de la Fe

Una nueva investigación ha comprobado que las lágrimas emocionales de una mujer reducen la testosterona y la agresividad en los hombres: tienen una menor actividad en las regiones del cerebro implicadas en la reacciones violentas. Por algo decía Gacría Lorca en uno de sus poemas: las lágrimas amordazan al viento.

Un estudio realizado por investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias revela que las lágrimas de las mujeres contienen sustancias químicas que bloquean la agresión en los hombres.

El estudio, publicado en la revista PLOS Biology, muestra que oler las lágrimas conduce a una reducción de la actividad cerebral relacionada con la agresión, lo que resulta en un comportamiento menos agresivo.

Los investigadores, dirigidos por la Dra. Shani Agron, del grupo de investigación del Prof. Noam Sobel, del Departamento de Ciencias del Cerebro y del Instituto Azrieli para la Investigación e Imagen del Cerebro Humano del Weizmann, realizaron una serie de experimentos para examinar el efecto de las lágrimas de las mujeres en los hombres.

Lágrimas emocionales

En primer lugar, recogieron lágrimas emocionales de seis mujeres con edades comprendidas entre 22 y 25 años y las colocaron en frascos.

Luego, pidieron a los hombres que olieran los frascos, que contenían lágrimas o una solución salina como control. Los hombres no podían distinguir entre los dos olores, lo que indica que las lágrimas no tienen un olor perceptible.

A continuación, los investigadores midieron los niveles de testosterona de los hombres, una hormona asociada con la agresión y el deseo sexual.

Menos testosterona

Descubrieron que los hombres que habían olido las lágrimas tenían niveles de testosterona significativamente más bajos que los que habían olido la solución salina.

También comprobaron que oler lágrimas aumenta la conectividad funcional entre los sustratos neuronales del olfato y la agresión, reduciendo los niveles generales de actividad neuronal relacionada con la agresividad.

Finalmente, los investigadores realizaron escáneres cerebrales a los hombres mientras veían imágenes de rostros femeninos con expresiones neutras o tristes.

Observaron que los hombres que habían olido las lágrimas tenían una menor actividad en las regiones del cerebro implicadas en la agresión y el deseo sexual, como la amígdala, el hipotálamo y el giro fusiforme.

Juego de provocación

El experimento también incluyó una experiencia práctica mediante un juego en el cual un algoritmo sustrae dinero al jugador de forma “injusta”, con la finalidad de provocarle una reacción agresiva.

En este juego, los investigadores observaron una reducción de más del 40% de la agresión del jugador después de exponerlo a las lágrimas de una mujer.

Por estudios previos se sabía que las lágrimas femeninas humanas contienen una señal química que, cuando se huele, reduce la testosterona en los hombres, pero se desconocía el impacto conductual de este efecto, que es en lo que ha profundizado esta investigación.

Señales químicas y comportamiento

Lo que ha conseguido este estudio es demostrar que las lágrimas humanas contienen señales químicas que afectan al comportamiento social de los receptores, claro indicio de que podrían tener una función evolutiva en la regulación de las interacciones entre los sexos.

Sin embargo, se necesitan más investigaciones para identificar el compuesto químico responsable de este efecto y para explorar si las lágrimas de los hombres tienen un efecto similar en las mujeres, advierten los investigadores.

También se sabía que la agresión masculina en los roedores se bloquea cuando huelen las lágrimas femeninas. La nueva investigación ha descubierto que, al igual que en los ratones, las lágrimas humanas contienen una señal química que bloquea la agresión masculina de su misma especie.

Federico García Lorca imaginaba tal vez algo de todo esto cuando en uno de sus poemas (Casida del llanto) escribió: el llanto es un ángel inmenso, el llanto es un violín inmenso, las lágrimas amordazan al viento.

Referencia

A chemical signal in human female tears lowers aggression in males. Shani Agron et al. PLOS BIOLOGY, December 21, 2023. DOI:https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3002442