El pasado siempre llama dos veces. El exdirector general del Unicaja Baloncesto, Bernardino Pérez Maza, y el club de Los Guindos tienen pendiente una cita en un Juzgado de lo Social de la Ciudad de la Justicia de Málaga el próximo 20 de febrero, a las 10.00 horas. Berdi ha denunciado a la entidad en la que trabajó tres temporadas por un «incumplimiento de objetivos económicos» en los dos últimos años de su contrato, al no percibir unos bonus por objetivos deportivos que el sevillano cree que le pertenecen, algo en lo que el Unicaja no está en absoluto de acuerdo.

El tema no es nuevo, ya que la denuncia de Berdi Pérez se produjo a comienzos del año 2011, aunque desde el club se ha llevado con la más absoluta discreción. La Opinión de Málaga ha contrastado que hace unos meses los abogados de las dos partes tuvieron un acto de conciliación, en el que no se llegó a acuerdo alguno, por lo que el caso pasó directamente a un Juzgado de lo Social de la capital, que envió la citación para el juicio con fecha de 20 de febrero. Curiosamente, la vista se producirá un día después de que finalice la Copa del Rey de Barcelona, en la que el Unicaja participará tras dos años de ausencia. En el juicio, las dos partes argumentarán sus posturas y el juez, posteriormente, dictará sentencia.

El paso del exdirector general por Málaga sigue envuelto en la polémica ya que aún colea su estancia de tres años, marcada por un periodo de confusión y declive deportivo de una institución que pasó de jugar una Final Four, justo antes de su llegada, a no clasificarse ni para la Copa del Rey, en su última campaña de contrato. La llegada de Berdi Pérez fue anunciada a finales de junio de 2007. El club fichaba al gestor del Gran Canaria por tres temporadas. Sobre él puso tanto la parcela administrativa como la deportiva, con resultados nefastos, como el tiempo demostró.

Pérez firmó un contrato por tres años, a razón de casi 200.000 euros por temporada. Además, en su vinculación con el Unicaja se suscribieron bonus por objetivos deportivos, el caballo de batalla de la causa que dirimen ahora los abogados del exresponsable cajista y la entidad verde.

Según ha averiguado este periódico, los bonus dependían directamente de los méritos deportivos del equipo. Así, el montante alcanzaba los 20.000 euros por curso, siempre y cuando el Unicaja llegara al Top 16 de la Euroliga, accediera a las semifinales de la Copa del Rey y también de la Liga ACB. La discusión llega por la interpretación que hacen las dos partes del citado contrato. Mientras el Unicaja mantiene que los objetivos eran conjuntos, el exdirector general apela a que podía disfrutarlo de manera individual. La reclamación del sevillano alcanza los 40.000 euros.

Objetivos deportivos

El primer año, Pérez no cumplió con los objetivos marcados, ya que el equipo quedó eliminado en los cuartos de final de la Copa del Rey a manos del Tau en Vitoria. Por lo tanto, la cláusula quedaba sin efecto, a pesar de que el equipo se metió en el Top 16 y llegó a las semifinales de la Liga. Sin embargo, como deferencia al gestor en su primera temporada en la casa y ya que apenas había intervenido en los fichajes y en la composición de la plantilla de Sergio Scariolo, el club sí que quiso ser cortés y le abonó 20.000 euros, aún con la eliminación copera en cuartos de final.

En la temporada 2008/2009 llegó Aíto García Reneses y sí que se cumplieron los requisitos de sus bonus: finalista en la Copa, clasificado para el Top 16 y semifinalista de la Liga. Pero en aquella ocasión se decidió no liberar el dinero. Así que Berdi no llegó a cobrar los 20.000 euros que recogía su contrato. Se entendió que de esta forma se zanjaba el «regalo» del primer año de contrato. El entonces director general no reclamó ni un euro.

En su último año de estancia en Málaga, su figura comenzó a perder todo el crédito. No llevó con mano izquierda la renovación de Cabezas, fichó a dos fiascos como Taquan Dean y Giorgos Printezis y se gastó un dineral en otras dos terribles decepciones: Saúl Blanco y Guille Rubio. Para colmo, el Unicaja dejó de ir a la Copa. Acabó contrato y no se le renovó. Airado por su marcha, puso hace un año una denuncia que el 20 de febrero se verá si prospera o no. Sólo entonces se cerrará una etapa negra del Unicaja Baloncesto.