Liga Endesa

El Unicaja conquista el Palau (63-73)

Espectacular victoria cajista en la pista del Barça, en una gran tarde de baloncesto en la que Brizuela ejerció de líder

Jaime Fernández, presionado por Mirotic.

Jaime Fernández, presionado por Mirotic. / Quique García

Emilio Fernández

Emilio Fernández

El día menos esperado y en el sitio más difícil. El Unicaja asaltó este Jueves Santo el Palau Blaugrana 63-73 para conseguir una victoria de mucho prestigio. De esas que solo pueden sumar algunos "privilegiados". Así es este equipo, eliminado 48 horas antes de la BCL por el Manresa, pero capaz de ganarle al líder de la Liga Endesa y al líder de la Euroliga. Espectacular.

La victoria pone al equipo otra vez a rebufo de esos que luchan por ser octavos y jugar el play off por el título. El reto sigue siendo muy complicado, pero las matemáticas dicen que sí y la esperanza debe seguir viva. Todo lo que quedan son finales, pero si este domingo se le gana en el Carpena al Lenovo Tenerife, el objetivo puede estar a tiro. Ojito que este triunfo inesperado en el Palau Blaugrana puede valer su peso en oro dentro de justo un mes.

En Barcelona pasó lo que nadie esperaba que iba a pasar. Este Unicaja ha demostrado esta temporada que no está para grandes batallas. Es un equipo que cumple contra los de abajo, pero que suele no tener ni opciones cuando juega contra los mejores. Pero ante este Barça, que es el mejor de los mejores, al equipo le salió un partidazo de principio a fin. 40 minutos premium para sumar la victoria 13 de la temporada.

Liderados por un Brizuela infalible desde la línea de 6.75, el equipo jugó cuatro cuartos muy serios en el Palau. Defendió, corrió cuando pudo, reboteó mucho más que otros días y no le perdió nunca la cara a su rival. Sin Alberto Díaz parecía imposible antes del arranque, pero esta vez la moneda salió cara.

Alguno dirá que el Barça jugó demasiado relajado. Puede ser. Que ellos están más pendientes de otras batallas que asoman en su horizonte. Puede ser. Que el Barça jugó al tran-tran. También puede ser... Pero el que le quite el más mínimo mérito al Unicaja por esta victoria es que no sabe nada de esto. Para ganar en el Palau es necesario que el Barça no esté a un nivel excelso y que tú juegues un básket 5 estrellas. Y eso es exactamente lo que pasó esta tarde de Jueves Santo en el Palau. Ni más ni menos.

El Unicaja dio la cara desde el primer cuarto. No se achantó, jugó de tú a tú a un Barça intermitente, aguantando el duelo en el marcador contra los culés. Lástima las 8 pérdidas de balón de los de Navarro (se notó la ausencia de Alberto Díaz), porque si no la diferencia hubiera sido mayor del 18-19 con el que se cerraron los primeros 10 minutos del partido.

El equipo verde mantuvo su buen tono en el segundo cuarto. Cuidó mejor el balón y aunque no hubo un excesivo acierto en el tiro, sí trabajó bien el rebote, tuvo paciencia, defendió bien y supo mantenerse por delante hasta alcanzar el intermedio con un 32-35 que cualquier aficionado hubiera firmado antes de que los árbitros lanzaran el balón al aire.

Tuvo suerte el Barça de encontrar una buena versión de Mirotic y también de que Ibon Navarro no viera que Cameron Oliver estaba siendo más un lastre que una ayuda. El montenegrino superó una y otra vez al americano cajista y fue el que salió al rescate de los suyos cuando el Unicaja se fue de 7, 33-40. Brizuela, muy acertado todo el partido, pero sobre todo en los minutos más calientes, fue el sustento anotador costasoleño en un momento del partido en el que meter una canasta era casi un imposible (42-42). El partido alcanzó el minuto 30 con un esperanzador 46-50.

Los 3 primeros minutos del último cuarto fueron muy buenos para un Unicaja que obligó a Jasikevicius a pedir tiempo con el 52-59 en el marcador a falta de 6:59 para el final. El Unicaja marcó una máxima de 14, 52-66, dentro ya de los últimos 5 minutos. Salía todo. El Barça se vio superado por la actitud y la intensidad de los de Los Guindos. Tiró de un par de ramalazos de Laprovittola para meter algo de miedo, 58-66. Pero el Unicaja se vio ganador y dominador a base de paciencia en cada ataque y de una defensa que el rival no pudo superar. Hubo tiempo incluso para saborear en los dos últimos minutos un triunfo que ya con el 61-70 estaba hecho. Al final, 63-73. ¿Dará para luchar por el play off? Ojalá...

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