Play off Liga Endesa

Unicaja - Barça: Muchas gracias, chicos (75-87)

El conjunto cajista, ante un rival que ha acabado siendo muy superior en este final de eliminatoria, dice adiós a las semifinales de la Liga Endesa y a una temporada histórica que ha devuelto al club a las cotas más altas de todas las competiciones

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

Gracias, de corazón. No hay otra forma de empezar lo que supone el adiós definitivo del Unicaja a una temporada que nos vamos a guardar para siempre en el corazón, pero toca ya a su fin. Otra vez, ante un Barça muy superior, el Unicaja cayó (75-87) en un Martín Carpena espectacular para despedirse de una campaña que recordaremos toda la vida. Adiós a las semifinales de la Liga Endesa, pero hola a un futuro brillante con este cuerpo técnico y con esta plantilla.

Todo lo que vimos el pasado domingo con un rival en 'modo Euroliga' y con un triunfo de puro oficio, se volvió a repetir este martes. Poco hay que hacer ante esta versión tan increíblemente acertada de los de Saras Jasikevicius. Los Mirotic, Laprovittola, Satoransky, Kalinic, Vesely... han terminado por imponerse 3-1 -una eliminatoria mucho más dura de lo que puede aparentar- y son ellos los que se enfrentarán ahora al Real Madrid. Vamos, lo de siempre.

A pesar de todos los intentos, no hay Palau el jueves. Ya no es solo que ganara el Barça, es que el Unicaja casi nunca estuvo en disposición real de lucharle el partido. La batalla por el rebote fue blaugrana y el porcentaje de los cajistas dantesco (28/65). Ni siquiera se pudo aprovechar la decantada balanza de pérdidas hacia ellos. Hay días en los que simplemente no se puede y está bien reconocerlo.

Con toda lógica, la temporada ha acabado castigando al equipo. Era necesario un nivel de élite para poder vencer a los blaugranas. Justo esos 37 minutos que sirvieron en el segundo duelo del Palau para ganar, pero que no se han visto en Málaga. La sobreexcitación, las ganas de querer ganar y la necesidad de darle el mejor final a la afición han acabado con una plantilla y un cuerpo técnico a los que habría que aplaudir hasta que sangraran las manos.

Su profesionalidad y su unión por hacer el mejor baloncesto posible, con sus consecuentes victorias, han sido los que le han devuelto al Unicaja el mejor trofeo: el 'factor Carpena'. La afición ha podido volver a disfrutar de su equipo con lleno tras lleno. No importó la derrota de este martes, era una máxima que todo el mundo traía aprendida de casa. Era el día para apretar en busca de la victoria o, en caso contrario, rendir homenaje a los héroes que han hecho vibrar a una ciudad entera.

Unicaja - Barça, cuarto partido de las semifinales de la Liga Endesa

El Carpena estuvo de nuevo a reventar en este encuentro. / Álex Zea

Fuera de principio a fin

Muy muy lejos estuvo el inicio del partido de ser el soñado por todos. Solo Kravish y Barreiro impulsaron un ataque realmente espeso. Y eso ante un Barça entonado desde el triple... te deja herido desde el principio. Aún más cuando los tiros liberados no entraron, por mucha defensa y por mucha circulación... El 10-20 fue la gran señal para calibrar sensaciones. Nervios, presión... había que acabar con ellos cuanto antes porque el 13-23 no era, ni de lejos, un buen síntoma.

Levantó de nuevo al Carpena el 21-25, pero el rival lo volvió a tumbar (21-31). El Unicaja tenía que arreglar muchas cosas si quería volver al Palau. El segundo cuarto de Carter y Will Thomas señaló el camino (11 puntos ambos). Sin embargo, parecía imposible rebajar la renta de -5. Si no era Kalinic, era Nnaji con un mate o un triple de Abrines para silenciar a su exafición. Fue chocar contra una pared inexpugnable (37-45). 

Y se intentó. Con triples lejanos, bandejas, penetraciones de Perry, de media distancia con Kravish... todo. Sin embargo, la barrera de esos cinco puntos fue impenetrable, también a nivel psicológico. Chocar, caer y buscar cómo levantarte casi sin respuesta. Así todo el partido. Del 46-51 al 46-59. No había ninguna forma. Si además le pitaron la primera falta del período en el minuto 8... apaga y vámonos (50-73). Ganaban con solvencia, tampoco había necesidad de demostrar su habitual impunidad arbitral.  

Ya era cuestión de buscar el final más digno. ¿Llegó? Pues a todos nos hubiese gustado ver de otra manera los últimos minutos del Unicaja 22/23. Sin embargo, el final estaba dictado para sentencia (75-87). Fue muy difícil mantener la competitividad, mantener ese ritmo de tensión que ha devuelto a este equipo a las cotas más altas de todos los torneos.

Si este ha sido el último baile de todos juntos, gracias, de corazón. Málaga no olvidará nunca lo que habéis conseguido en solo un año ¡¡con un proyecto en pleno nacimiento!! Nos vemos a partir de septiembre para luchar por retos nuevos. Mientras tanto, a descansar después de 10 meses que os lo merecéis.

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