¿Cubre el seguro de hogar la reparación de goteras?

Los seguros de hogar son la mejor solución para este tipo de problemas, pero también si se rompe una ventana, eres víctima de un robo o hay un incendio.

El siniestro denominado de “daños por agua” es el que más atienden los seguros de hogar

El siniestro denominado de “daños por agua” es el que más atienden los seguros de hogar

Con casi dos millones y medio de goteras al año -4 goteras por minuto-, 1,2 millones de cristales rotos al año -una rotura de cristal cada 26 segundos-, daños eléctricos, desperfectos causados por situaciones climáticas adversas, como la lluvia fuerte o el granizo, robos e incendios… es comprensible que cada vez más españoles tengan o estén valorando contar con un seguro de hogar.

Según datos de ‘Estamos Seguros’, plataforma de información sobre seguros para todos los públicos, las aseguradoras atienden más de 19.000 casos de accidentes domésticos diarios en España. Los más habituales los relacionadas con daños por agua (33,9%), seguidos de los de cristales (15,7%) y muy de cerca (10,4%), los relacionados con problemas eléctricos, según se extrae del estudio ‘Análisis Técnico de los Seguros Multirriesgo’ de ICEA, el servicio de estadísticas y estudios del sector seguros en España.

En cuanto a los costes de un accidente, ICEA estima que, por ejemplo, el importe medio por siniestro en caso de incendio supera los 2.500 euros. Este es el precio medio que los propietarios de viviendas deberían abonar de forma íntegra en caso de sufrir un incendio y no disponer de un seguro de hogar. El coste de reparar una incidencia leve como una humedad causada por una gotera o fuga, puede superar los 600 euros, sin tener en cuenta los desperfectos causados en mobiliario y en otras viviendas.

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Las aseguradoras atienden más de 19.000 casos de accidentes domésticos diarios en España

Seguros de continente y contenido

Por ley, solamente se debe contratar un seguro de hogar cuando existe una hipoteca, ya que la entidad bancaria exige un seguro de daños de la vivienda para proteger, al menos, el continente, es decir, la estructura. No obstante, los españoles prefieren estar preparados ante imprevistos y un 75% de las viviendas cuentan con un seguro de hogar. Además, en su mayoría eligen un seguro multirriesgo de hogar. ¿Por qué?

Porque en caso de incidentes como incendios, explosiones, robos, daños por agua, problemas eléctricos y un largo etcétera, además de la propia edificación (paredes, techos, suelos, ventanas, instalación de electricidad…) se pueden perder bienes materiales, el contenido (muebles, electrodomésticos, equipos informáticos, ropa…). Al contratar un seguro multirriesgo la aseguradora te cubrirá ante cualquier desperfecto o contingencia cuya reparación afecte tanto a la propia vivienda como a las colindantes y te compensará por los bienes afectados. Además, incluyen la defensa jurídica, las reclamaciones ante terceros y muchas más coberturas y servicios.

Pero debemos tener en cuenta que, cada aseguradora, ofrece distintas coberturas y cubre un porcentaje de contenido y continente diferente. Por eso, para evitar sorpresas desagradables, lo mejor es revisar bien la letra pequeña de la póliza de hogar para saber qué se incluye en cada cobertura antes de firmar. Además, debes saber que existen diferentes seguros de hogar en función del uso al que esté destinada la vivienda. Hay seguros para vivienda habitual, pero también para segundas residencias, así como para arrendadores e inquilinos de pisos de alquiler.

A la hora de optar por una u otra compañía, el asesoramiento es un punto de especial valor a tener en cuenta. Contar con un agente de seguros especializado que nos asesore correctamente en momentos tan importantes y delicados como un accidente en casa, que puede suponer la pérdida de bienes de gran valor, tanto económico como emocional, es clave.

Daños por agua del vecino de arriba

Así lo pudieron comprobar recientemente Marta y Alberto, su vecino del piso de arriba. Una mañana de febrero al levantarse y acercarse al baño, Marta vio que salía agua por debajo de la puerta. La causa era probablemente una gotera en el techo causada por una fuga de agua en casa de Alberto. El agua se había filtrado, desconchando el techo e hinchando los muebles de la puerta y el lavamanos.

Tras secar lo que pudo, Marta llamó a la compañía con la que tenía contratado su seguro de hogar y les explicó lo sucedido. En la llamada describió los daños causados tanto en la estructura de la vivienda como en sus bienes personales, el contenido. La asesora de su compañía tomó nota de lo ocurrido e identificó las posibles causas del accidente. También le recordó que tenía contratada la garantía de daños por agua que amplía la cobertura del seguro de hogar en caso de accidentes como este, así como la garantía de defensa por reclamación. Dos servicios adicionales que, sin duda, aliviaron las preocupaciones de Marta.

La aseguradora de Marta se encargó también de avisar a su vecino Alberto, quien afortunadamente también tenía contratado un seguro de hogar. La compañía de seguros de Alberto se hizo cargo de los daños, solucionando primero la filtración de agua para poder reparar posteriormente los desperfectos derivados de esta avería. Un perito de la compañía se acercó a casa de Marta y evaluó los daños causados. Pocos días después, Marta recibió un presupuesto de indemnización de la aseguradora de Alberto para cubrir los daños. Tras aceptar el presupuesto, Marta pudo arreglar el techo y sustituir los muebles estropeados en un par de meses.

Como vemos, gracias a la rápida actuación del seguro la fuga de agua se solucionó de forma rápida y eficiente. El seguro de Marta se encargó de todas las gestiones necesarias y de arreglar los desperfectos, incluyendo la coordinación con la aseguradora del vecino, en este caso algo imprescindible. Y fue fundamental que el seguro de hogar de Alberto incluyera la cobertura de responsabilidad civil, una de las garantías más importantes de este tipo de seguros, para poder reparar la avería y también de los daños ocasionados en casa de Marta. Esta cobertura garantiza que el propietario de la casa estará protegido frente a los estragos que el incidente en su hogar cause a terceros, bien sean vecinos o viandantes, solventando la situación y pagando la correspondiente indemnización.

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La responsabilidad civil es una de las garantías más importantes de los seguros de hogar

Incluido robo dentro y fuera de casa

Otra situación a la que tienen que enfrentarse muchas personas es un robo y, si esto sucede, es conveniente tener un seguro de hogar que cubra los riesgos y palie los efectos. En caso de robo el seguro puede cubrir, si los hubiese, los desperfectos en la casa y compensarnos por el valor de lo robado. Pero si se tienen en casa objetos de valor, como joyas u obras de arte, lo indicado es incluirlos y reflejarlos específicamente en el seguro de contenido.

Además, la mayoría de los seguros de hogar también protegen a los habitantes de la casa en el caso de que el robo se produzca en la calle, como le ocurrió al hijo de Álex. El pasado mes de abril iba paseando por en Valencia, cuando le asaltaron y robaron el móvil, dinero en efectivo y las zapatillas deportivas que llevaba puestas. Presentó una denuncia ante la policía y notificó lo sucedido a su aseguradora. Como Álex tiene un capital asegurado de 1.000 euros con su póliza de hogar para atraco, un día después él y su hijo recibieron la visita del perito de su compañía. Al haber una denuncia que constata los hechos, este tipo de incidentes se resuelven especialmente rápido y tras cuatro días de evaluación, les indemnizaron por el valor de lo que les habían robado, que ascendía a 520 euros.

póliza de hogar

Lo mejor es revisar bien la letra pequeña de la póliza de hogar para saber qué se incluye en cada cobertura antes de firmar

En caso de incendio

Si el siniestro es un incendio es posible que la vivienda quede destruida por completo o muy dañada y que los dueños, si no disponen de seguro de hogar, sean los que tienen que asumir el coste de la reconstrucción y las pérdidas ocasionadas. Además, no solo las llamas son peligrosas, también el humo y los gases tóxicos que se desprenden.

Por suerte tanto Paco, de 53 años, como su mujer y su madre salieron ilesos del incendio que hace unos meses afectó a su casa en Lleida. La causa fue la mala conexión del enchufe del lavavajillas y, en plena noche, las llamas se propagaron por la cocina. El humo inundó el salón y el comedor y el olor fue lo que les despertó antes de que el fuego se siguiese extendiendo y hubiera que lamentar males mayores. Tras desalojar a su mujer y a su madre, Paco, intentó apagar el incendio con un extintor que, por suerte, tenía en la entrada, pero los bomberos tuvieron que intervenir para aplacar las llamas.

Paco contaba con un seguro de hogar que, tras ser informado de lo ocurrido, abordó el problema rápidamente. En primer lugar, se procedió a la restauración de la luz en la vivienda mediante una reparación temporal. Al día siguiente, el perito de la compañía aseguradora revisó los daños; era necesario llevar a cabo una limpieza de los restos de polvo del extintor, volver a pintar la cocina y reparar el mobiliario deteriorado. Al cabo de quince días, el perito no tenía el presupuesto total del mobiliario de cocina, por lo que la aseguradora estimó, para comenzar, el importe mínimo ante estos accidentes, con el fin de abordar cuanto antes las reparaciones, para que Paco y su familia pudiesen volver a casa. Poco después, el perito recibió el presupuesto para sustituir el mobiliario de cocina, pudo cerrar el informe y completar la indemnización para reparar todos los daños causados por el incendio. La suma final superó los 15.000 €.

Los incendios ocurren más a menudo de lo que pensamos y conviene estar preparados. En 2019, y según datos del ‘Estudio de Víctimas de Incendio en España: 2010-2019’, realizado por la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), junto a otras entidades, en 2019 se contabilizaron en nuestro país 54 incendios diarios en viviendas. En total, 129.544 incendios en España (un 9% más que el año anterior) y de ellos 19.661 fueron domésticos. El origen suele ser, en muchas ocasiones, un problema eléctrico, aunque también están relacionados con el uso de calefactores en mal estado, fuga de gases, uso de combustibles como el butano o incluso cigarrillos y velas.  

Dado que los contratiempos están a la orden del día, estar protegidos contratando un buen seguro de hogar es la opción más lógica e inteligente para vivir tranquilo.