Si metes la olla directamente en el frigorífico es mejor que dejes de hacerlo por esta razón

Los expertos avisan de que no es tan buena práctica como parece

Olla nevera

Olla nevera

La nevera es uno de los inventos más útiles de la historia reciente de la humanidad, nadie puede negar que la vida sin ella es muy difícil de imaginar, y que la comodidad para guardar todo tipo de alimentos es irrenunciable. El frigorífico nos sirve enfriar las bebidas y conseguir una temperatura agradable durante los meses más crudos del verano, pero también tiene un papel fundamental en la conservación de los alimentos.

Desde productos perecederos (como los lácteos, la carne o el pescado) que no durarían ni 24 horas en buen estado a temperatura ambiente, hasta la sobras de los platos preparados: el frigorífico es un básico de las economías domésticas, y en él podemos almacenar todo lo que puedas imaginar.

Pero, ¿se puede guardar todo en el frigorífico? puede parecer se trata de un espacio inmaculado y seguro, pero debemos llevar cuidado con qué metemos y cómo lo guardamos. Por ejemplo, hay alimentos que es conveniente no poner juntos para evitar la contaminación cruzada (la carne y la fruta, por poner un caso).

¿Se pueden guardar las ollas y sartenes con comida en la nevera?

En la nevera metemos lo que nos sobra de la comida, eso está claro: ¿pero se puede guardar en cualquier recipiente? Según indican los expertos, no. Hay un motivo de peso por el cual no es buena idea que metamos las cazuelas directamente en el frigorífico.

El motivo por el que se considera desaconsejable que guardemos el menaje en el frigorífico es el material del que está hecho: el aluminio es el componente principal de la mayoría de ollas y sartenes y al entrar en contacto con la humedad del refrigerador o la sal de la comida se acelera su proceso de oxidación.

La oxidación de las ollas producto del contacto del aluminio y la humedad de la nevera tiene dos consecuencias principales: la primera y más importante, que los alimentos se contaminen; y la segunda, pero nada despreciable, que se estropeen los utensilios.

Una alternativa mejor siempre será guardarlos en recipientes de almacenamiento preparados especialmente para ello, como tupes, y mucho mejor de cristal que de plástico.