Las gasolineras se preparan para lo que llega en febrero a España

En menos de una semana, se prevé un cambio en las principales estaciones de servicio

Archivo - Una persona reposta su vehículo en una gasolinera, a 28 de octubre de 2022, en Madrid (

Archivo - Una persona reposta su vehículo en una gasolinera, a 28 de octubre de 2022, en Madrid ( / Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

Se acerca un punto de inflexión en el precio de los carburantes, según han advertido algunas de las principales marcas de España como Cepsa, Repsol o BP. Las compañías advierten que a partir del mes de febrero el precio del gasoil y la gasolina podría repuntar tras unos meses de bajada después del incremento histórico provocado por la guerra de Ucrania.

El 5 de febrero, previsiblemente, se producirá una subida de los precios del combustible; aunque solo hay que echar la vista atrás para confirmar esta tendencia: desde que comenzó el año, en menos de un mes, el gasoil ha subido un 15% mientras que la gasolina se ha incrementado en un 17% teniendo en cuenta la desaparición del descuento de 20 céntimos, desaparecido en uno de enero.

El motivo por el que las gasolineras prevén un incremento del precio del diésel es la entrada en vigor del último paquete de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania: a partir del 5 de febrero, los países de la Unión Europea no podrán comprar productos petrolíferos a Rusia: una medida que se suma a la prohibición de importar crudo que ya está vigente.

Estas medidas pretenden dificultar a Putin la financiación de su guerra, pero tienen un impacto directo en el precio de los combustibles de los países aliados, así como en la inflación y la economía doméstica. La razón es que, a fecha de noviembre, la mitad del gasoil importado provenía del país soviético.

El precio de los combustibles a partir de febrero

El embargo a los combustibles derivados del petróleo rusos va a tener una repercusión casi segura en las gasolineras españolas, tal y como alertaban Cepsa y Repsol al presidente del Gobierno. Aun así, las compañías han tenido varias semanas para aprovisionarse de carburantes y desarrollar las relaciones con nuevos proveedores que suministren los productos a nuestras estaciones de servicio.

Con todo esto, España no es el país de la Unión Europea que más depende de los combustibles que vienen de Rusia. Gracias a esta realidad, no solo podemos paliar el impacto económico de las sanciones, sino que también podemos aprovecharlo como una oportunidad para ofrecer productos más competitivos o para innovar en energías renovables y alternativas.