La investigación para dar con el paradero del presunto autor de la agresión, conocido como "El Melillero" se ha centrado en el control de su círculo más cercano, tanto familiar como criminal. Esta persona y su entorno contaban con numerosos antecedentes por tráfico de drogas y otros delitos. El dispositivo exigió la coordinación de un amplio dispositivo de Guardia Civil por el número de colaboradores e infraestructura a controlar. Llegando a participar más de 200 agentes.