Los restos mortales de María Teresa Campos ya descansan en la ciudad de Málaga. Cientos de personas la despidieron este lunes durante un multitudinario funeral. La Iglesia de San Pablo se quedó pequeña porque fueron muchos los que quisieron dar el último adiós a la popular presentadora. En el templo se encontraba presente la imagen de Jesús Cautivo, del que María Teresa Campos era una gran devota.