La Fiscalía de Málaga ha detectado un aumento de los discursos racistas y xenófobos en los últimos años, lo que acaba desembocando en agresiones sobre quienes determinados grupos extremistas entienden como diferentes. Para luchar contra la intolerancia con todo el peso de la represión penal, el ministerio público ha creado una sección especializada en Delitos de Odio y Discriminación, la primera de Andalucía y la segunda de España, tras Barcelona.

Los diferentes delitos relacionados con el odio a la diferencia (por raza, sexo, orientación sexual, discapacidad, origen social o nacional, etcétera...) se recogen en cinco artículos distintos del Código Penal. Además, a una determinada agresión a alguien por ser diferente –por ejemplo, una persona de raza negra– se le añade una agravante.

El área centrará la persecución de estos delitos, en la actualidad desperdigados por los diversos juzgados y despachos de fiscales, creando un universo estadístico sobre la realidad e impulsando las instrucciones; además, ante él podrán interponer los grupos o individuos que se consideran agredidos las diferentes denuncias, con un trato especializado.

No habrá distingos: «Cada vez se percibe más odio en muchos discursos», lo que se amplifica por la existencia de las redes sociales, donde el aparente anonimato sirve de parapeto para muchas organizaciones intolerantes. «El preocupante crecimiento social de los discursos xenófobos y racistas, con penetración incluso en los partidos políticos democráticos, y el hecho de su difusión a través de internet y de las redes sociales, son motivos suficientes para una actuación rigurosa del ministerio fiscal en cumplimiento de sus misiones constitucionales», dijo el fiscal jefe, Antonio Morales, quien aseguró que Málaga es la primera Fiscalía andaluza en crear el área, y la segunda en España, tras Barcelona.

El teniente fiscal, Antonio Villén, afirmó que, cuando se detecten estos discursos en la Red, «si hay discriminación, se perseguirá al autor con los medios que posee el grupo de delitos tecnológicos de la policía y se ejercitará la correspondiente acción penal». El órgano, según dijo, sí ha detectado agitación de esta naturaleza en el ciberespacio. «Cada vez más», señaló.

La singularidad de esta criminalidad justifica, por tanto, el nacimiento del área, a la que podrán concursar todos los fiscales del órgano en la provincia. Eso sí, será una tarea a sumar a su labor habitual, no exclusiva. El plazo de presentación de propuestas expira el 24 de junio.

El fiscal unificará equipos de trabajo y tendrá una visión global del proceso, desde la denuncia hasta que se dicte sentencia. «En Málaga, el fiscal jefe asegura que estos delitos no tienen un gran arraigo ni una presencia social relevante, aunque Villén indicó que sí se presentó, hace ya años, una acusación con la agravante de xenofobia en un homicidio tras la muerte de un magrebí.

«También se perseguirá el delito cuando sea cometido por el miembro de un partido político», aseveró el fiscal jefe, en clara referencia a las formaciones de extrema derecha.

«Los delitos de odio suponen ataques directos a los valores y principios constitucionales, como la igualdad, la justicia y la libertad», señaló, para recordar que el Código Penal castiga a quienes «provocaren a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, la religión o las creencias». También se condena a quienes difunden informaciones injuriosas o a los funcionarios que nieguen prestaciones por estos motivos, al igual que a los empresarios que hurten un trabajo a un solicitante por intolerancia y las asociaciones que difundan estos mensajes.

Las claves

NORMATIVAHasta cinco artículos del Código Penal castigan la intolerancia

Cinco artículos del Código Penal castigan los delitos relacionados con el odio y la intolerancia: a quien provoque la discriminación, el odio o la violencia contra grupos por ideología, raza, orientación sexual, creencia u origen social o étnico; al funcionario que hurte servicios públicos a un solicitante por los mismos motivos, o al empresario que eluda contratar a alguien por xenofobia o racismo. Asimismo, se persigue a quienes arrojan injurias sobre individuos o grupos que preconizan teorías racistas.

XENOFOBIAEn agresiones y homicidios se tiene en cuenta una agravante

Si se pasa de los palabras a los hechos con agresiones y homicidios, por ejemplo, se tiene en cuenta la agravante especial de que se trate (racismo, xenofobia, etcétera...).