Actuó para Chaplin, Picasso y el sha de Persia pero también sufrió en sus carnes sendas temporadas de 90 días en las cárceles de Málaga y Carabanchel por ser homosexual en las que no faltaron las palizas.

La intensa vida del bailarín malagueño Eusebio Valderrama, un huracán de arte y vitalismo, llegará muy pronto a las salas de cine gracias a un documental que de momento lleva por título provisional Invertidos, la ley contra el deseo.

Como explica su afable director, Martín Costa, que estuvo nominado al Goya al mejor cortometraje de 2010 por La Tama, con el que ha obtenido el premio Luis Buñuel, «estamos todavía en periodo de producción y hemos grabado el tráiler de un documental sobre las lesbianas y los gays durante el Franquismo».

El documental hablará de la homosexualidad en tiempos de Franco «desde el punto de vista jurídico, médico, policial y por último penitenciario», detalla Martín Costa, que añade que Eusebio Valderrama representará al personaje artístico. «La vida de Eusebio me recuerda mucho a la de Miguel de Molina porque también se autoexilió, con la diferencia de que él (Eusebio) estuvo en la cárcel en dos ocasiones exclusivamente por homosexual».

Para el rodaje del tráiler el director ha pasado un par de días con Eusebio Valderrama. «Hemos estado rodando dos días sin parar, desde las 10 de la mañana a las 10 de la noche», cuenta el artista malagueño, que recibe a La Opinión en su casa del Camino de San Rafael y dice sentirse muy ilusionado con este proyecto.

Precisamente, fue un reportaje de este periódico sobre Eusebio Valderrama lo que puso en la pista al director sobre su figura.

Para el tráiler del futuro documental, el equipo de rodaje se ha desplazado a la calle que el bailarín tiene en el recinto ferial del Cortijo de Torres. «Aparezco bailando acompañado por un guitarrista», cuenta Eusebio.

También sale el bailarín paseando por la Alcazaba y parándose delante de la Aduana, donde le detuvieron por primera vez en 1951 antes de enviarlo a la cárcel, que está muy cerca de su actual casa y desde la que puede ver la ventana de su antigua celda.

Las circunstancias de esta detención parecen hoy de sainete: «Fui con mi amigo Pepe al Capitol a ver a Miguel de los Reyes, nuestros dos asientos numerados estaban ocupados por dos señoras y sólo una de ellas se levantó, mientras la otra nos pidió que, como ella estaba muy gorda y nosotros muy delgados, nos sentáramos en la misma silla y por eso nos llamó la policía, aunque Pepe pudo escaparse».

La detención en Madrid, en 1957, se produjo recién llegado de Barcelona, cuando paseaba por la Gran Vía con una chaqueta con cuatro botones dorados, una prenda que un policía consideró «inmoral» y «una mariconada». Eusebio Valderrama, ni corto ni perezoso, replicó al agente señalando que la misma chaqueta con botones dorados se la había visto a Franco en el Nodo. Por este comentario pasó 90 días en Carabanchel.

Como señala Martín Costa, la homosexualidad durante el Franquismo «es un problema de clases sociales pues incluso en el Gobierno había homosexuales y se miraba para otro lado y con la gente rica en la calle también, lo solucionaban rápido y no iban a la cárcel».

El realizador subraya además la gran humanidad de Eusebio que, confiesa, ha hecho que se convierta ya en un gran amigo. En breve, este esclarecedor documental podrá verse en cines y festivales, con Eusebio Valderrama inundando la gran pantalla y contando su vida intensa y difícil pero sin abandonar nunca la sonrisa.