La escalada en el precio de los carburantes se mantiene imparable y prácticamente convierte el coche en un objeto de lujo. No parece existir freno. El final de las vacaciones coincide con una nueva subida de los precios. El litro de gasolina está un 3,4% más caro que en el mes de abril, cuando también experimentó un alza espectacular con motivo de las vacaciones de Semana Santa. Entonces, repostar en Málaga costaba más caro que en cualquier otra provincia española. El diésel no le va a la zaga. En sólo un año, llenar el depósito cuesta casi 12 euros más, en el caso de la gasolina de 95 octanos; y 10,5 euros si el coche es de gasóil.

Hagan cálculos y preparen sus carteras o tarjetas de crédito si necesitan salir de viaje. El litro de gasolina 95 cuesta una media en las estaciones de servicio de la provincia de 1,550 euros. El tanque de un utilitario de unos 55 litros ya necesita 85,25 euros para llenarse. Una cifra altísima, traducida en pesetas, casi 15.000. Algunos aún recuerdan cuando tenían de sobra con 5.000 pesetas. No hace tanto de eso. Ni siquiera una década.

El litro de gaséleo A habitual, también muy usado por el parque automovilístico de la provincia malagueña, cuesta de media 1,466 euros. Es la información oficial que ofrece el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en su página web. En ella, se puede comparar también el precio de los carburantes en función de la gasolinera que los sirva. Puede ser una herramienta muy útil para aquellos conductores que quieran ahorrarse algún dinero. Porque dependiendo de la estación, el precio varia de forma considerable.

En Riogordo es donde está el combustible más barato de la provincia. Allí, la 95 sale a 1,399 euros el litro; mientras que en la BP del aeropuerto, en la capital, es donde se vende más cara, a 1,563 euros el litro. La diferencia, visto así, es de unos céntimos, apenas 26. Sin embargo, saber elegir puede ser más importante de la cuenta. Aunque probablemente nadie de la capital se dirija a Riogordo para repostar, el ahorro ronda los 9 euros.

En Riogordo también se vende el gasóleo A más barato (1,349 euros el litro), mientras que el más caro se sirve en Nerja (1,476 euros). Entre llenar el tanque en una u otra estación de servicios hay casi 7 euros de diferencia. Que los precios subra precisamente cuando se multiplican los desplazamientos en carretera es algo habitual. No siempre depende, por tanto, y así lo denuncian las asociaciones de consumidores, de la coyuntura económica internacional.

Los carburantes están en máximos históricos. Ya en enero, el precio se situó en 1,348 euros por litro, un 10,31% más que doce meses antes. Es decir, que llenar el depósito en enero de 2012 con respecto al mismo mes de 2011 costaba al conductor casi cinco euros más. En Semana Santa la situación era aún más compleja y nada hacía albergar esperanzas de que pudiera cambiar. El tiempo ha dado la razón a los conductores más pesimitas, ya que los combustibles no han dejado de subir, aunque en el mes de junio, los precios se relajaron y según el informe mensual que elabora el ministerio que dirige José Manuel Soria, el último publicado, el litro de gasolina 95 se situaba en 1,377 euros; mientras que el de diésel costaba 1,306.