La menopausia, un proceso fisiológico natural que se define como el cese definitivo de la menstruación por el descenso de niveles de estrógenos y progesterona, puede ser sólo una cuestión de actitud, ya que, hoy por hoy, hay muchas posibilidades de tratar y paliar todos los cambios característicos de esta fase. Con motivo del Día Mundial de la Menopausia, que se celebra hoy, la doctora Micaela Fernández, ginecóloga de Quirón Málaga, recuerda que la «fragilidad emocional» de la mujer es clave cuando entra en la etapa menopáusica.

Al respecto, insiste en la necesidad de que aquellas mujeres que se vean afectadas por sofocos, insomnio, pérdida de la líbido, tendencia al desánimo y a la tristeza, incontinencia urinaria y, a más largo plazo, osteoporosis, consulten a profesionales para paliar estos síntomas y trastornos con tratamientos adecuados.

La edad promedio de la menopausia es de 51,4 años, aunque factores como la edad de la primera regla, el número de embarazos o el tabaco pueden hacer que aparezca antes o después. Según Fernández, está demostrada la existencia de una tendencia familiar, por lo que sabiendo la edad de menopausia de la madre o de la abuela, la mujer se puede hacer una idea de cuál será la suya.