El violín, el violonchelo, el clavecín y la guitarra de los músicos de Concerto Málaga y el guitarrista invitado, Fernando Espí, sonaron como si lo hicieran por vez primera.

Ocurrió el pasado domingo en la preciosa sala de conciertos del Colegio de Médicos, una antigua bodega de espléndida sonoridad. Y no es exagerado: de los instrumentos salieron unos sonidos vírgenes, una música bella e inédita, compuesta por el compositor alicantino de finales del XVIII Antonio Ximénez.

«Tirando del hilo de las investigaciones sobre música instrumental del XVIII nos damos cuenta de que Antonio Ximénez editó en París en 1789 una colección de tríos (Opus 1) y unas sonatas para violín (Opus 2). Empezamos a buscar más música de este señor y en el Diario de Madrid de enero de 1800 aparece un anuncio que informa de que Antonio Ximénez vende cuatro tríos nuevos. Hemos dado con ellos en la biblioteca municipal de Madrid. No fueron nunca editados y nosotros mismos lo hemos catalogado como Opus 3. No se conoce más música de él».

Quien habla fascinado de estas partituras manuscritas, devueltas al sonido, es decir a la vida por Concerto Málaga, es el malagueño José Manuel Gil de Gálvez de 35 años, primer violín y uno de los fundadores en 1996 de la orquesta de cámara malagueña que se ha convertido en una de las imprescindibles en las salas de música de España y medio mundo a la hora de interpretar música española. Desde el siglo XVII hasta nuestros días.

En su faceta investigadora, de recuperación del patrimonio musical inédito o nunca grabado, acumulan tanto material, «que tenemos para más de 10 discos inéditos en dos líneas de trabajo, el siglo XVIII desde los Borbones en 1701 hasta la marcha de los franceses en 1812 y luego desde finales del XIX a la Guerra Civil española».

Pero Concerto Málaga, integrado por 13 músicos entusiastas, es mucho más. Para empezar ha sido la primera orquesta de cámara de España en grabar un disco con el sello musical por excelencia, Deutsche Grammophone y a muchos de sus proyectos les salen imitadores como la mismísima Orquesta Nacional de España.

Una de las clave es una gestión innovadora que les ha hecho brillar en medio de la crisis. Aunque dedicados por completo a la música, entre los integrantes hay también abogados y economistas, así que la pura gestión se ha profesionalizado tanto como la ejecución de las piezas.

Unidos al Colegio de Médicos desde 2002, cuando les ofreció la sala que ahora disfrutan, desde 2003 realiza una temporada estable de música de cámara y planea hacer lo mismo en Madrid. Además, tiene en su haber ciclos de conciertos, actuaciones en Alemania, Estados Unidos, Holanda, Croacia, Francia o Irlanda, «nuestra segunda patria», precisa José Manuel. De hecho, Concerto Málaga es desde 2008 orquesta residente del condado irlandés de Donegal, donde los músicos también dan clase en los conservatorios.

Marina Picazo, de 33 años, una de las veteranas de la formación, quiere destacar también el «apoyo vital» de Cayetano Benzo, responsable de relaciones institucionales de la orquesta y socio de honor.

En 2012 Concerto Málaga crea Fundación Hispania Música, llena de proyectos como editar libros de música y que esas partituras revividas se toquen en todo el mundo; ayudar a jóvenes músicos o una realidad, Belsuono, su propio sello musical. Y este año, actuación en China. Todo esto y más realiza esta formación, al rescate de la mejor música española.

(www.concertomalaga.com)