El partido tras el accidente aéreo se jugó al siguiente martes, ya que los jugadores salieron ilesos. Como anécdota señalar que hubo que proporcionarle equipación al CD Málaga para jugar el encuentro,ya que se había quemado en el accidente. El regreso fue realizado en un petrolero, el Victoria, que llegó a Málaga justo para jugar el siguiente partido de competición. Su paso por el Málaga fue, como saben todos los malagueños, brillante. Se convirtió en la figura del equipo, siendo enseguida el preferido de la afición, y respondiendo a ello con su cariño a la ciudad, transformándose en un asturiano/malagueño.

La familia. La casa materna de Alberto «Pipi» estaba situada en el centro de San Frechoso, su calle principal, era tan solo una «caleya» de tierra natural, donde a ambos lados de sus arcenes estaban ubicadas las viviendas. Muy cerca se situaba una casa unifamiliar donde residía la familia de Pepe y Sara, que tenían una hija llamada Araceli. Tanto Pipi como Araceli se conocían desde niños por cuestiones de vecindad y no es de extrañar que con tiempo surgiese un muto afecto y más tarde se convirtiese en noviazgo. Araceli era una muchacha hermosa, de lo más guapo que había por entonces en Sotrondio. Y sucedió lo que todo el mundo esperaba: el matrimonio de Alberto con Araceli. Acontecimiento que tuvo lugar el 22 de diciembre de 1960 en la Iglesia Parroquial de San Martín en Sotrondio. Fruto de este matrimonio fue el nacimiento de sus hijos: Ana, Alberto, Jesús y Araceli.

Partido nocturno. Que en el año 1959 se celebrase un partido nocturno en Sotrondio fue todo un acontecimiento, no sólo deportivo, sino técnico por las dificultades que acarreaba la instalación. En Asturias, hasta entonces, tan sólo se había ofrecido uno, en los campos de los Fresnos (Gijón), así que éste de Sotrondio tuvo una gran repercusión. Fue casi como la presentación de Alberto «Pipi» en la sociedad deportiva no solo en su pueblo, sino en la Asturias deportiva. Sin lugar a dudas era el «mocín» del partido, sin olvidar lógicamente al resto de jugadores que jugaron el partido. Las gradas del campo del Florán rebosaban de un público expectante. Los jugadores colaboraron con entusiasmo.

Estaban formados en dos equipos, Selección A para aquellos que jugaban fuera de Asturias, tales como Amaro, Armando, Saúl, Campanal, Foces, Llaneza, Toni II, Nicieza, Pipi, Meliá, Lechuga, Castro, Cifuentes, Luisín, Tomás y Valdés. Y la selección B, con los asturianos: García, Rionda, Tono, Iván, Medina, Ortiz, Parajón, Biempica, Sánchez, Cholín, Calleja, Sport IV, Romero y Amarilla.

El CD Málaga en Sotrondio. Aprovechando la circunstancia de que el CD Málaga jugó en partido de Primera División en Oviedo la Junta Directiva malagueña y la plantilla completa quiso pasar unos días en el pueblo natal de Alberto Suárez Pipi. Llegaron a Sotrondio, el mismo domingo por la tarde fueron recibidos por los familiares de Alberto en especial por su madre, Ana. Después pasaron la tarde-noche en el Somar, salón de baile de lo más ameno y alegre que había en aquella época en la Cuenca del Nalón. Se comportaron como verdaderos y auténticos mozos mezclándose con la juventud que en aquellos momentos se divertían en la Sala de Fiestas.

Ya se había preparado un partido a celebrar el martes dia 13 de marzo de 1962, fecha señalada en el calendario deportivo local, ya que no era frecuente que todo un equipo de Primera División se presentará al completo para disputar un partido, aunque éste fuera amistoso. Aquel día, quiso la casualidad, de que el alcalde en funciones fuese don Juan José Calvo Miguel, profesor de la Escuela Calvo, quien para el acto hizo público un bando municipal, agradeciendo la presencia del C.D. Málaga en Sotrondio y sobre todo para conocer al paisano Pipi.

Los viejos aficionados todavía recuerdan el equipo del C.D. Málaga: Américo; Vázquez, Arias, Portales; Ben Barek, Ocaña; Otiñano, Pipi, Gijón, Sande y Gento III. Se completó la excursión deportiva del C.D. Málaga con una visita al Pozo Minero de San Mamés. Se recuerda que en este pozo en agosto de 1944 se había matado el padre de Alberto en un accidente de mina y en él trabajaban sus hermanos, cuñados y suegro. Al grupo que bajó a la mina los recibió el capataz de minas y jefe de transportes Juan Herrerías Mora,natural de Sevilla.

En Sotrondio se forma la Peña Deportiva Pipi en el Bar Casa Tiva,siendo su presidente Luis Mendez, cuñado de Alberto. Esta peña se desplazó en abril de 1962 a Santander con motivo del partido de eliminatoria, ascenso a Primera División entre el local y el C.D. Málaga y fue un forofo más del equipo malagueño en este encuentro decisivo para el ascenso a Primera División.

Fichaje por el Real Madrid. Zárraga, que había acabado su vida futbolística en el Real Madrid, pasó al trámite de ser informador del equipo madridista y entre los valores que observó fue Pipi,jugador del C.D. Málaga. Llega al Real Madrid con 25 años, sin cumplir. La dura competencia y las lesiones empiezan a mermar las condiciones físicas para entrar en el equipo titular, no obstante, la primera temporada alcanza los 20 partidos oficiales, ya menos en el segundo año. En las dos temporada completas, el Real Madrid consigue dos campeonatos de Liga y alcanza la final europea, que ganó en Viena el Inter del Milán. Miguel Muñoz, entrenador, señalaba que Suárez Pipi, si las lesiones le hubieran respetado, habría sido un jugador de óptimo rendimiento, por clase y educación.

El Sevilla entra en acción. En la temporada 1965-66, el equipo hispalense no andaba bien y ocupaba los últimos lugares de la clasificación. Se vio en Alberto Suárez Pipi una solución a sus problemas y lo ficha. Debuta nada menos que ante el Real Madrid en el Sánchez Pizjuán. Realiza un gran partido Pipi y ayuda a la victoria del Sevilla por 2-1. Sus entrenadores Ignacio Izaguirre y Arza cuentan con él.

Hay un detalle familiar que influye mucho en la personalidad de Pipi, su mujer Araceli, está esperando su tercer hijo y su estado de salud no es bueno. La familia del doctor don Rafael Vahí, que se volcó con ellos, fueron testigos directos de este malestar que pesó y mucho en Alberto Suárez. A la temporada siguiente llega un viejo conocido suyo, Sabino Barinaga, quien le ayuda en la amargura de las lesiones que tiene Pipi. Al final el Sevilla tiene que promocionar con el Real Sporting de Gijón. Arza, que había vuelto al equipo, no duda un instante de darle a Pipi la responsabilidad de coger las riendas del equipo para esta eliminatoria.