Ante la dura realidad

Nuestro país atraviesa problemas tan serios, como son: la crisis económica, la subida de precios, las dificultades en la construcción, transportistas, agricultores, servicios, las 120.000 familias que no podrán pagar sus hipotecas en un año (que antes venían abonando), los padres que no pueden matricular a sus hijos en los colegios que ellos deseen por su ideología, las listas de espera en los hospitales y centros médicos, incluido casos urgentes, etcétera, etcétera. Pero Rodríguez Zapatero no habla de crisis. No, no tenemos crisis españoles, lo que tenemos es el aumento del precio del petróleo. Y, además, continúa el presidente del Gobierno: "Me comprometo a seguir trabajando para dar cabida a las aspiraciones de todos, para mejorar la convivencia y para unir".

¿Me podía explicar Zapatero a que aspiraciones se refiere y cuál es la convivencia que nos va a unir?

Hasta el momento y, desde que llegó al poder, sólo se ha dedicado a dividir a los españoles y a aprobar leyes innecesarias. En el congreso socialista tampoco se habló de crisis. Eso sí, de laicidad, eutanasia y aborto, por supuesto.

El deber de todo gobernante y político deberá ser dar solución a los problemas sociales y la construcción de una sociedad a la medida de la dignidad humana. Todo lo demás sólo serán gestos de ´talante´ e imagen pública de un buen actor.

Rita VillenaMálaga