De niño nada temía más que mi madre me amenazara con leerme la cartilla, casi más que cuando don Nicolás, maestro todoterreno, en la escuela de mi pueblo Chauchina, en pleno corazón de la vega granadina, diera rienda suelta a la palmeta de acebo, flexible para más señas, y me ponía las manos bombeando. Estos recuerdos se atropellan en mi cabeza cuando leo que a la juez Alaya sus compañeros de la Audiencia de Sevilla le han leído la cartilla, la han puesto firme mirando a Écija, sacándole los colores y, sin palmeta de acebo, le reconvienen que la instrucción sumarial de los ERE tiene más goteras que el aeropuerto de Málaga. Dicho de otra manera, la señora jueza ha sido más dada a la instrucción política que a la estricta instrucción judicial. La jueza Alaya lleva años, con su alambicada prosa política, queriendo enganchar (más que leer la cartilla) al Gobierno andaluz y ha dado metralla de grueso calibre a periodistas que a diario se asoman al avispero de la derecha extrema y, sin pudor, ha osado leerle la cartilla a sus superiores en el orden judicial. Genio y figura hasta la sepultura (judicial y jurídica).

Y a todo esto, la Fiscalía Anticorrupción ha pedido la imputación del exministro de Trabajo del PP Manuel Pimentel en el caso de los ERE fraudulentos. Pimentel ha dado la cara y con la rapidez mental que le acredita ha dicho a que a él nadie le lee la cartilla, que lo hizo todo conforme ley y que fueron los trabajadores quienes recibieron las subvenciones.

«¿Qué vamos a hacer con este país?» Se preguntaba Susana Díaz. No es que le quiera leer la cartilla al indolente Mariano Rajoy, sino que le pide reúna a los presidentes autonómicos para, si es posible, entre todos poder responder a la pregunta que se hacía la presidenta andaluza. Rajoy no lo hará porque le es más rentable, electoralmente hablando, seguir proclamando, lo que es una mentira más de su largo rosario de falsedades, que «España se rompe». Pobre político el que busca réditos en el caos y el miedo. Orejas de burro.

Quien sí está dispuesta a leer la cartilla y saber la verdad es la comisión de investigación sobre los cursos de formación aprobada en el Parlamento andaluz. Loable intención paralela a la instrucción sumarial abierta por la justicia. El Partido Popular querrá leerle la cartilla a la presidenta andaluza y hacerle pasar por el tamiz de la provocación cuando ella, en los años que se investiga, no tenía responsabilidad alguna en los cursos. Pero el PP tiene que mover el avispero. ¿Por qué no hace lo mismo en otras comunidades, Galicia y Madrid, por ejemplo, donde gobiernan y donde el fraude en los cursos es manifiestamente superior al habido en Andalucía, con algunos empresarios madrileños que besaron la cárcel?

A quien sí le quieren leer la cartilla es a nuestro ínclito y nunca bien ponderado Javier Arenas, eterno batallador por mantenerse a flote, con la puesta en circulación de una cinta de conversación grabada por su amigo del alma, Luis Bárcenas, en un reservado del restaurante sevillano Oriza, donde comer cuesta un ojo de la cara. Arenas, aparte la caja B, se viene librando de la mierda que rodea al caso Gürtel, con Correa sobrevolando con sobres nocturnos, tal cual ha dicho su secretaria, que salían de la oficina de Correa a altas horas de la noche. Y por allí andaban personajes embozados, según ella, ya enredados y comprados con prebendas y viáticos, tal cual López Viejo, Pío García Escudero (Esperanza Aguirre: «preguntar a pío pío), Luis Bárcenas y quien fuera hombre de confianza de Arenas, el periodista Isidro Cuberos. Todo se sabrá y entonces veremos cómo se ha leído la cartilla. De entrada, la secretaria de Paco Correa, Mari Carmen Jiménez, habla de sobres, de mujeres altas y rubias, de putas; de putas para altos cargos. Da asco. La mafia italiana se queda a la altura del betún.

P.D.- (1) ¿Es de cachondeo o es verdad? Me sigo sin creer que en la Dipu de Málaga se diera la canonjía de café gratis para diputados y altos cargos. Creo que Elías Bendodo debería ampliar el viático, con unas rosquillas de anís de Ardales. Servicio completo.

(2) La Cónsula y La Fonda están en la senda de la viabilidad. EL consejero Sánchez Maldonado ha cumplido su palabra y en la semana próxima iniciarán el curso. No me quiero olvidar del eficaz trabajo del letrado José Carlos Aguilera como responsable de los procesos de liquidación.

(3)Trinidad Jiménez, la diputada socialista por Málaga, dice adiós a la política. Veinte años en primera fila y haciendo honor a sus creencias socialistas. ¿Se puede pedir más? Yo creo que no. Enhorabuena Trinidad por tus años de entrega y solidaridad con los más desfavorecidos.

(4) Mariano Rajoy en un cementerio megalítico, en Menga (Antequera). Su asesor principal Jorge Moragas ha dado en el clavo. 2.500 años antes de Cristo lo contemplan.