Rafael Hettsheimeir llegó ayer a Málaga a las 13.00 horas y hoy, salvo imprevisto, se desplazará en AVE hasta Lérida, para unirse al resto de sus compañeros en la concentración de Viella. El pívot brasileño, antes de viajar, deberá pasar nuevas pruebas en su rodilla izquierda, además de realizar la analítica, prueba de orina y un control cardíaco. El Unicaja, desde que acometió su contratación por dos temporadas, quería examinar con lupa su rodilla izquierda, ya que fue operada el pasado verano para reparar el menisco externo y también los cartílagos propios de la articulación. La resonancia magnética a la que fue sometido ayer por la tarde en el Hospital Quirón no está totalmente «limpia», algo que es muy lógico tras haber pasado por el quirófano. Por eso hoy continuarán las pruebas en la misma zona y los médicos del club podrán hacerse una composición de lugar y emitir una evaluación.

El fichaje del pívot de 27 años y 2,08 metros, está a expensas del control y en su contrato se fijó como condición indispensable el visto bueno médico. Al margen de la rodilla, no podrá entrenar junto a sus compañeros en las dos próximas semanas. Durante su último partido con la selección brasileña sufrió un fuerte esguince de tobillo. También se le hicieron ayer radiografías y otras pruebas en esa zona, que descartaron daños óseos o en los ligamentos, pero tiene la articulación amoratada por el derrame. Hettsheimeir no podría jugar hasta al menos el Costa del Sol, los próximos días 19 y 21 de septiembre, ante el Partizán y el Real Madrid, respectivamente.