Sin tiempo casi para saborear lo del viernes contra el Real Madrid, pero sin la presión de tener que ganar sí o sí para certificar el pase a la Copa del Rey, el Unicaja recibe esta tarde a las 18:30 horas al Herbalife Gran Canaria de Luis Casimiro, en la última jornada de una primera vuelta de la Liga Endesa en la que los de Plaza, a pesar de su irregularidad, han ascendido hasta la quinta plaza, a falta de esta última entrega de la primera parte de la temporada.

La cita contra los canarios no tendrá la tensión y el drama que cualquiera podía presagiar hace solo dos o tres semanas. Mucho mejor para nuestros corazones. El devenir liguero del Unicaja apuntaba a tener que sufrir hasta el último partido para certificar el billete copero. Afortunadamente, hoy no es necesario ganar para estar en la cita del k.o. Dos triunfos caseros ante Valencia y Obradoiro, más el del domingo pasado en el Palau Blaugrana del FC Barcelona, han colocado al equipo verde en la senda de Gran Canaria 2018, aunque matemáticamente haya todavía que certificarlo por cuestiones del average.

No es cuestión de marear con muchos datos, pero es verdad que hay una combinación muy concreta de resultados que parecen «imposibles», pero que dejarían fuera de la Copa a los de Plaza. Si el Unicaja gana, estará matemáticamente clasificado, pero también lo hará si pierde y también lo hace el UCAM Murcia, que juega hoy en la pista del Joventut. Si pierde y gana el UCAM Murcia, la suma de las diferencias de la derrota malagueña y de la victoria murciana no debe ser superior a 82 puntos (si fuera exactamente de 82 puntos, se recurriría a los puntos anotados: 1.282 el Unicaja, 1272 el UCAM Murcia ahora mismo). Si la diferencia fuera superior a 82 puntos, el Unicaja necesitaría entonces que Baskonia y/o Iberostar Tenerife perdieran su partido y queden con una diferencia general de puntos peor (ahora mismo, +24 el Baskonia y +19 el Iberostar Tenerife, por el +101 del Unicaja). O sea, que por más vueltas que le demos a la calculadora, el Unicaja estará sí o sí en Las Palmas. Olviden todo lo demás.

Buen momento verde

El equipo verde llega a este partido con la moral por las nubes. La victoria de anteayer contra el Real Madrid y el buen partido de los de Los Guindos durante los 40 minutos han desatado la euforia, por mucho que Joan Plaza quisiera rebajar los acelerados biorritmos cajistas en la rueda de prensa posterior al triunfo contra los merengues.

La verdad es que el equipo está en una buena línea. Cada vez suma más minutos buenos y menos malos en cada partido. No hay dependencia de ningún jugador en particular y si no es uno es otro, pero siempre hay seis o siete «enchufados» para sumar.

Con la Copa del Rey ya en el bolsillo, el objetivo de hoy no puede ser otro que el de mantener la quinta plaza liguera, seguir creciendo en busca de objetivos mayores y agrandar la imagen del Carpena como un fortín en el que es (casi) imposible ganar. El Unicaja acumula un balance de 6-1 en los partidos que ha disputado como local esta temporada en la Liga Endesa. La única derrota en ACB como local fue por solo un punto de diferencia ante el Baskonia, hace ya más de dos meses.

El Herbalife, también con la Copa en el bolsillo por su condición de anfitrión de esta edición de 2018, no será hoy un rival nada fácil. Los isleños son un equipo muy bien compensado, con amenazas interiores y exteriores y un técnico con pasado verde, Luis Casimiro, que siempre imprime un plus de competitividad a sus equipos.

Si tiramos de estadísticas, la historia está del lado del Unicaja cada vez que verdes y amarillos se ven las caras en el Carpena. El conjunto de Los Guindos ha ganado sus siete últimos partidos seguidos como local ante el Herbalife, cinco partidos de Liga Regular y otros dos de los cuartos de final del play off en el año 2014. La última victoria canaria en el Palacio se produjo en la Liga Regular de la temporada 2010/11, cuando el Herbalife Gran Canaria dirigido entonces por Pedro Martínez se impuso por un contundente 50-67 al conjunto malagueño de Aíto García Reneses, en el famoso partido del «tiempo muerto», que provocó al día siguiente la destitución del técnico catalán y esa imagen histórica saliendo del Carpena con una enorme bolsa de basura. A falta de 3 segundos, y cuando Unicaja perdía por 19 puntos, en medio de una sonora bronca, el entrenador cajista decidió pedir un tiempo muerto, ante la estupefacción general, que estalló en una estruendosa pitada a la que sumaron gritos de «Fuera Aíto» y «Directiva dimisión».

Habrá que ver qué imagen presenta hoy el Martín Carpena. Tras el lleno contra el Real Madrid, el equipo merecería hoy otros 9.500 o 10.000 aficionados en las gradas. La venta de entradas no apunta a eso, aunque seguro que los que vayan «tirarán» del equipo por ellos y por todos los que estuvieron ante el Real Madrid y esta vez se quedarán en casa. Peor para ellos.