28F

Los 'cameos' de Moreno: de Escuredo a la vicepresidenta Ribera

El presidente andaluz mezcla como nadie en sus guiños a izquierda y derecha y si tiene que lanzarle un dardo a su compañera Isabel Díaz Ayuso, se lo lanza; quién dijo complejos, él no los tiene

Juanma Moreno bromea con Juan y Medio durante el acto de entrega de las Medallas de Andalucía.

Juanma Moreno bromea con Juan y Medio durante el acto de entrega de las Medallas de Andalucía. / Manuel Murillo

Isabel Morillo

En un espectáculo como es ya el acto institucional del 28 de febrero, con una escaleta que ya quisieran muchos programas de televisión de altísima producción, nada pasa por casualidad. Ni el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, se sabe el discurso con esa naturalidad, ni las imágenes que aparecen en el fondo de pantalla del escenario son aleatorias, como pueden imaginar. El presidente tiene ‘teleprompter’, lee de una pantalla aunque no lo parezca, que eso también se aprende, y tanto las imágenes del primer presidente de la Junta de Andalucía elegido en las urnas, el socialista Rafael Escuredo, como los videos del paseo de Moreno con la vicepresidenta Teresa Ribera por Doñana están perfectamente escogidos para escocer al PSOE de Juan Espadas. El presidente de la Junta sonriente y abrazado a María Jesús Montero en el Parlamento andaluz y los socialistas murmurando. Les da coraje aunque la dinámica institucional tiene que ser así.

Moreno sigue cultivando su liderazgo de centro moderado, con guiños a izquierda y derecha del tendido. Sin complejos. Por eso lo mismo en el Teatro de la Maestranza ponen al público a cantar el “Libertad sin ira” de Jarcha, el símbolo de la izquierda en la Transición, que premian al ganadero Álvaro Domecq con la medalla a la Proyección de Andalucía. Lo mismo da un discurso impecable el director de la Real Academia Española (RAE), el Hijo Predilecto Santiago Muñoz Machado, hablando de Andrés Fernández de Andrada, “uno de los poetas más grandes que ha dado Sevilla”, autor la “Epístola moral a Fabio”, que entona un “coño” como una casa una de esa ancianas andaluzas agradecidas a la labor de Juan y Medio en sus tardes de Canal Sur.

Sones de saeta y la Banda del Rosario de Cádiz, el pop de Danza Invisible, una soleá de José MercéPablo López al piano o un violín flamenco. La mezcla funciona y lo mejor es que no te dé apuro ninguno mezclar. Si hay que mencionar a María Jiménez, que murió con la pena honda de no tener una Medalla de Andalucía se menciona, porque así el mundo es “más amable, más humano y menos raro”.

El acto se fue de tiempo, por momentos fue demasiado largo, pese a que Eva González ya tiene más que tomada la medida al evento y al ‘presi’, es su quinto año consecutivo. El sexto de Moreno de protagonista del discurso institucional de más peso. La hemeroteca está ahí y basta echar una mirada al 28F de 2019 para ver la evolución. Entonces, un presidente inseguro, que casi no se creía que había desbancado al PSOE de la Junta de Andalucía con el peor resultado de la historia del PP, pedía permiso para hablar. Eso quedó muy atrás. Moreno ahora se atreve a plantarle cara a Madrid, aunque sabe de sobra que eso conllevará especulaciones con que se mide con su principal rival ahora mismo en el PP, Isabel Díaz Ayuso. “De hecho, acabamos de superar a Madrid en número de empresas activas. A Madrid, que es la locomotora económica de España”, deslizó como el que no quiere la cosa. Si no hay que tener complejos, ahí va eso.

Moreno ni se desgasta en enfrentarse a Pedro Sánchez. El PP ahora mismo va tan sobrado en Andalucía y le da tan poco margen de recuperación al PSOE que maneja la máxima de ‘el mejor desprecio es no hacer aprecio’. De pasada, una llamada a “exigir el mismo trato para Andalucía que para los demás” y un “os convoco a defender la igualdad entre españoles, sin privilegios para nadie”. Y a seguir liderando. Es la tranquilidad de saber que tienes a tus competidores a muchos metros por detrás en tu carrera. La política es tan volátil y los tiempos tan voraces que no se sabe cuánto durará esto pero, de momento, es lo que hay.