Guerra total en la murga para despedir las preliminares del COAC Málaga

Con la vista puesta de reojo en el fallo del pase, las últimas agrupaciones han hecho su debut en el COAC de Málaga en una noche forzosamente corta por la ausencia de dos grupos, pero de enorme calidad. Las murgas de Los Malagüita y los Leones han puesto un gran broche en la modalidad, mientras que la comparsa de Los Zorros se han sumado a la pelea. Honor a un cuarteto juvenil que ha demostrado estar para competir... y no sólo en su categoría.

¿No te cansas?

Desde la propia capital nos venía la agrupación infantil de la noche, unos jartibles malagueños que no se pierden una de las fiestas y tradiciones costumbristas de nuestra ciudad. Un Uno a los motivos que llevaban en la cabeza. Desde jábegas hasta cera de velas o sombreros de verdiales. Le dedicaron dos bonitos pasodobles a Málaga, el primero precisamente sobre esas fiestas costumbristas, y el segundo al veneno del Carnaval que los tiene locos. Pues como a nosotros. Otro uno gordo al estribillo, dedicado al alcalde que sí que es un verdaero jartible, porque no se pierde ni una fiesta. Han mejorado en interpretación respecto al año pasado y, después de un popurrí en el que tuvieron cuartetas muy simpáticas como la de la sevillana, fueron despedidos en pie por el teatro. A seguir dando leña y que no decaiga esa cantera.

El último superviviente

La murga de Los Malagüita tuvo un año muy complicado en 2023, y en esta ocasión fue absolutamente todo lo contrario. Con un tipo de guerrilleros napoleónicos atrincherados bajo un bloque de pisos para luchar contra la gentrificación. El envoltorio del salchichón Prolongo en la chaqueta. La trinchera con chatarra y sacos encontrados en el cauce del Guadalmedina. Al grito de guerra de "Que vienen los guiris" empezaron con una presentación en la que entró absolutamente todo. Y, encima, los pasodobles muy bien escritos. Primero precisamente a la gentrificación y cómo está relegando al malagueño. En el segundo casi se te mete el olor a puchero a medida que lo cantan, a la vida alegre de los mayores que se está perdiendo en los barrios.

Y no digamos en los cuplés, donde sacan el pito de una consigna introduciendo una contraseña guasona en cada letra. Y, antes de eso, su formación de batalla: formación Palmera de la Kiki. La primera letra, a los bares en Semana Santa con gran remate al Pimpi. La segunda también entra genial, a cómo su señora parece que se está ahogando en la playa, hasta que sale a toda prisa del agua para regañarle por abrirse una litrona. El popurrí es una tras otra, pero la cuarteta de los papelillos es un Uno. Además, la afinación también mejora respecto a años anteriores. La sensación, con el teatro en pie, es de haber dado un castañazo.

Mi tierra

Con un grupo que era más bien una selección de otras agrupaciones anteriores, la novedosa comparsa de los Zorros trajo 'Mi tierra' trajeron un tipo de náufragos que llegan a los Baños del Carmen. Y lo hicieron con un pase que va de menos a más. El grupo es una locura cómo suena, además con mucho control. Tanto, que en algunas fases de la presentación se llega a perder un poco la letra por lo bajito que va el tenor. Tal vez por nervios, lo cierto es que fue la pieza que menos lució. Desde ahí, todo para arriba. Dos pasodobles muy bonitos, destacando el recorrido por Málaga y sus estaciones antes de girar con crítica a los autores y grupos que prefieren irse a concursar fuera. El segundo, más íntimo, un homenaje a la figura de una madre. En este caso, la del autor.

Tanda de cuplés con remate ligado, primero al running y la soltería y segundo a su adhesión al movimiento feminista... porque vuelven a estar en pareja. Resalta un estribillo precioso: "Fuiste, eres y siempre serás, mi más bonita casualidad". Y el popurrí también es bonito como él solo. Una cuarteta completa con la a y, posteriormente, esa moraga de romance y amistad que da paso a un bello final. Gran pase de un grupo que seguro que evolucionará en el Cervantes.

A tres metros sobre el cielo

Cerraba el concurso juvenil un cuarteto, que sigue con su evolución y mejoría. El grupo de Marta Berdugo nos recreaba un palco de la Semana Santa malagueña esperando el paso de Fusionadas, donde hay personajes para todos los gustos. Dos hermanas, una alegre y otra más bien 'saboría', una sevillana que acaba de llegar, una saetera y una influencer. Personajes muy bien desarrollados en una parodia, además, con muchas rimas y llena de golpes que hicieron reír a todo el teatro.

Tras los cuplés, al aceite de oliva y a la clase política con estribillo para el monaguillo, sigue un tema libre que mantiene el nivel y casi hasta lo aumenta. Genial la parte en la que una de las espectadoras saca al monaguillo de la maleta. Final de popurrí por todo lo alto para levantar al teatro entero al grito de cuarteto. Están para competir y no sólo en juveniles. Enhorabuena. La modalidad no sólo es que esté viva, es que puede mirar al futuro con optimismo.

La coplera

La última comparsa del COAC venía desde Tarifa. La coplera, que van precisamente de copleras de Carnaval. El grupo canta bastante bien, no hay errores de afinación. A ratos queda por encima de la letra. El primer pasodoble es para el amor de una madre, que tras un giro resulta ser España, que la están humillando sin que sus 'hijos' hagan nada. La segunda, al 'bullying' con alta dosis de drama y un mensaje final sobre si nuestro hijo puede ser el siguiente.

El primer cuplé, a la comida, la dieta y las costumbres veganas que poco a poco se instauran en la alimentación. En el segundo agradan a Málaga y su concurso -bien tirado- con remate para las palmeras de la Kiki. Destaca el estribillo, metido por tanguillo y que suena mucho a Cádiz, muy resultón. El popurrí suena también muy agradable, con letra metacarnavalera y reivindicando la fiesta más allá de los concursos. Veremos si no vuelven.

Quiero hacer una comparsa, pero mi hermano no quiere

Y, por si fuéramos pocos, faltaban los Leones. Siempre hay que contar con ellos y este año no va a ser menos. Un tipo dual, mitad murga y mitad comparsa. Ilustran en la presentación, simpatiquísima, una pelea ficticia entre los hermanos por qué tipo de agrupación iban a sacar. Interesantísimo el pasodoble con dos partes, una al estilo de cada modalidad. Primero de presentación, a su vuelta. En el segundo le dan un buen toque al alcalde por 'vender' la ciudad.

Los cuplés vienen de dos en dos, destacando el primero a Galicia con remate al Jurado y un último fresquísimo por la ausencia de dos agrupaciones. Dos estribillos distintos, uno de comparsa con el medio grupo alargando y otro de murga. Popurrí muy bien hilado al tipo y que mantiene el nivel todo el tiempo. La cuarteta de si nos dejan es una genialidad.

La suerte está echada. Ya no hay vuelta atrás. Nos despedimos de la ESAD y de las preliminares. Casi medio centenar de agrupaciones han soltado sus repetorios y nos han traído lo mejor que tienen. Su trabajo durante meses, quitando tiempo a sus vidas personales para regalarnos risas, emoción, letra, música y coplas. Algunos con mejor resultado que otros. Ahora le toca al Jurado. Suerte y acierto.