La Congregación de Mena vive hoy un día histórico. La coronación canónica de la Virgen de la Soledad viene a refrendar la importancia de una advocación que data del siglo XVIII en Málaga, aunque en esa época solía salir en procesión el Viernes Santo, con la presencia de las autoridades locales. Una tradición que a finales del siglo XIX pasó a la cofradía del Sepulcro, fundada en 1894 con otra advocación de la Virgen de la Soledad como titular.

Mucho ha cambiado esta cofradía desde sus orígenes en el siglo XVIII, incluida la imagen titular. La actual fue adquirida en Antequera, con idea de sustituir a la original perdida durante la Guerra Civil. La talla que ahora se procesiona y que hoy recibirá la coronación canónica, data del siglo XVII y está atribuida al imaginero antequerano Antonio del Castillo. Fue adquirida en 1945 por el hermano mayor de la congregación en ese año, Miguel Serrano de las Heras. Tiene como principal características el pelo tallado, con un rostro aniñado y que transmite una sensación de desamparo ante la muerte de su Hijo.

Destaca de esta imagen su estética, afianzada como elemento clave de su personalidad, con la toca por encima del manto . Este detalle le confiere un guiño a la fuerte vinculación marinera de esta advocación, pero también una imagen muy potente que la hace fácilmente reconocible.

Esta imagen de la Virgen de la Soledad está muy vinculada a la Armada, históricamente. Su padrinazgo de la coronación no es casual, ya que la presencia de la Marina es habitual en los desfiles procesionales. Es muy conocida, además, la historia del barco que se salvó de encallar en las costas malagueñas durante una tempestad al tomar la luz de la capilla de Santo Domingo como referencia. A partir de ese momento, en el año 1756, se le concedió el privilegio de celebrar una misa el Sábado Santo en su capilla.

El origen antequerano de esta imagen se ha querido recuperar y realzar durante los días previos a la coronación, siendo trasladada a la Catedral ayer noche en el trono de la cofradía de la Soledad, Quinta Angustias y Santo Entierro de Antequera, además de cambiar esa estética antes comentada de la toca como elemento central. Para esa salida de traslado, el manto partía desde la cabeza, como suele ser habitual, siendo ceñido por una ráfaga y no por halo, como es habitual en esta imagen y que se quiso obviar ante la inminencia de su imposición durante la misa de coronación canónica.

Poco antes de las doce de la mañana, la Virgen de la Soledad será la décima imagen malagueña que haya recibido la coronación canónica. En su caso, además, con una devoción de gran tradición en la ciudad, donde ha tenido un importante peso histórico desde la fundación de la hermandad en el siglo XVI, tras la introducción de esta advocación en España de la mano de Isabel de Valois, esposa de Felipe II.

El recorrido procesional, a partir de las 20.00 horas, permitirá unir esta Virgen de la Soledad con las otras tres imágenes que lleva esta advocación: Sepulcro, Viñeros y la realizada por Juan de Ávalos para la Congregación.