Anulan el despido de los trabajadores de la planta de residuos de Mijas

­El colectivo de trabajadores de la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos de Mijas ha ganado la batalla judicial al Consistorio de la ciudad. Un total de 15 ex empleados demandaron al Ayuntamiento por «despido improcedente» al ser relegados de sus puestos de trabajo a finales del año 2011. Ahora, una sentencia firme de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo les ha dado la razón.

El conflicto comenzó hace más de dos años cuando el equipo de gobierno local decidió prescindir de los servicios de la empresa adjudicataria del servicio de tratamiento de residuos FCC Medio Ambiente SA.

Tras la extinción de la contrata de explotación, la planta y todos sus bienes materiales y maquinaria fija y móvil además de equipos auxiliares e instalaciones revirtieron en la corporación municipal. Los trabajadores reivindicaron entonces la subrogación prevista en el convenio colectivo, pero el Consistorio despidió a los que decidieron emprender acciones legales.

Ahora con el fallo en firme serán los empleados quienes negocien la situación con el Ayuntamiento de la localidad.

Según el delegado del sindicato CGT en Mijas, Antonio Fortes, «la cifra que el Consistorio debería desembolsar a los empleados podría ascender a más de 1,5 millones de euros».

Esta cantidad vendría dada por los salarios de tramitación de dos años y medio además de los seguros sociales pertinentes.

Así pues, al ser improcedentes los despidos por sentencia, habría que recurrir a los 45 días por año trabajado al ser los hechos anteriores a la reforma laboral de 2012 aunque cabe la posibilidad de que sean los mismos empleados quienes decidan entre el despido o la readmisión al contar el convenio colectivo del Consistorio con una cláusula mediante la cual el Ayuntamiento de Mijas cedía tal potestad de decisión al trabajador.

Finalmente, tras desestimar el recurso de casación presentado por el Ayuntamiento de Mijas, el Tribunal Supremo ratifica la sentencia en la que se da la razón a los trabajadores, convirtiéndola en un fallo firme, y declarando improcedentes los despidos.