El emblemático parque de atracciones y espectáculos Tívoli World de Benalmádena, inaugurado en 1972, ha sido declarado en concurso necesario de acreedores por el juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga y está ahora a la espera del informe económico que en los próximos meses deberá realizar la administración concursal para determinar si su actividad es considerada viable o, por si al contrario, se aconseja su liquidación.

Los rectores del Tívoli, la Compañía Internacional de Parques y Atracciones SA (Cipasa), han sido sustituidos en sus facultades de administración y disposición de su patrimonio, según se recoge en el anuncio de la declaración de concurso recogida ayer en el BOE.

La declaración del concurso necesario de acreedores es una nuevo frente añadido dentro del largo y complejo proceso que dirimen desde hace años en los tribunales Cipasa, sociedad del constructor cordobés Rafael Gómez, alias 'Sandokán', y el Grupo Tremón.

Gómez, que adquirió el parque en 2004, lo vendió a Tremón en el año 2007 a través de su empresa Arenal 2000 dentro de una operación inmobiliaria más amplia de activos pero posteriormente afirmó que nunca recibió de ellos el dinero acordado. Tremón, por su parte, asegura que los terrenos son de su propiedad y llevó en su momento el tema a los juzgados. El asunto sigue pendiente de ser resuelto en el Tribunal Supremo después de que en las primeras instancias judiciales se le diera la razón a Tremón, decisiones recurridas por Cipasa.

El abogado Juan Antonio Sánchez, administrador judicial nombrado por el juez, explicó ayer a este periódico que su labor en el parque ha comenzado estos días, con el objetivo de tener preparado para otoño un informe que determine la situación económica del Tívoli, sus deudas y compromisos y las posibilidades de viabilidad del negocio. Según comenta, el concurso de acreedores ha sido instado ante el juzgado de lo Mercantil por el Grupo Tremón, acreditado como acreedor, alegando insolvencia empresarial.

Sánchez, eso sí, advierte de que el auto que declara el proceso concursal ha sido ya recurrido por Cipasa, por lo que será la Audiencia Provincial la que tendrá que ratificar en los próximos meses esa decisión del juez. A la espera de ello, no obstante, la sociedad del Tívoli está en concurso.

El administrador comentó que ya ha visitado el parque, abierto este año desde el pasado 3 de julio, y que se ha reunido con el director para ordenar el funcionamiento del mismo y comenzar a recabar los datos. Aclaró que el conflicto judicial Cipasa-Tremón es externo al concurso y que no afecta a sus funciones.

«Mi tarea es administrar y determinar si el parque es viable o no, y en qué condiciones», apuntó. Recién asumida esta responsabilidad, afirmó que todavía no conoce cuál es el pasivo exacto de Tívoli, pero recordó que los principales acreedores son dos organismos públicos, Hacienda y la Seguridad Social, con un montante conjunto de entre 8 y 10 millones de euros.

Sánchez afirmó que desea reunirse con la plantilla del Tívoli para transmitirles «tranquilidad», y también con el Ayuntamiento de Benalmádena, dado el carácter de «referente turístico» del parque para toda la Costa del Sol. En todo caso, expuso que será el informe que se tendrá listo para otoño el que arroje una «foto fija» de su estado y dictamine el rumbo que toma el concurso de acreedores, si el mantenimiento de la actividad o la liquidación. «La dirección y la plantilla estan muy ilusionadas de que este proyecto continúe, aunque habrá que ver qué dicen los números», reiteró.

Un verano atípico

Respecto al presente verano, informó de que el recinto está operando con normalidad, dentro claro está de las circunstancias excepcionales impuestas por la pandemia del coronavirus. Más del 80% de las atracciones del parque, que suele abrir de abril a noviembre, están activas, con sólo tres o cuatro no disponibles. En este mes de agosto se ha apostado además por ofertar días destinados a cada municipio para cubrir el vacío dejado por las ferias locales. Este pasado fin de semana, por ejemplo, comenzó por los días dedicados a Benalmádena. La afluencia al parque está siendo aceptable y la apuesta es por estar abierto todo el verano, salvo que la alarma sanitaria en España impusiera de nuevo medidas de confinamiento y redujera drásticamente las posibilidades de visitas.

Sánchez afirmó que el concurso de acreedores, pese a todo, es una posibilidad de «normalizar» el funcionamiento del parque y añadió que su trabajo es «gestionar la empresa en las mejores condiciones posibles para ver si es viable, lo que debe tranquilizar a proveedores y organismos. La premisa es ver dónde estamos a partir de los números para saber si tenemos futuro. Antes de ir a una muerte agonizante es mejor tomar una serie de decisiones», señaló.