Málaga lucha por ser una ciudad cultural. La capital de la Costa del Sol sigue diseñando poco a poco actividades, festivales y programaciones para que el malagueño y el visitante disfruten y se enriquezcan. Una de las claves en este acercamiento de la cultura a la ciudadanía está muy especialmente en los niños, en los pequeños de la casa, los cuales el día de mañana serán los futuros creadores y espectadores. Y Málaga ofrece un amplio abanico de posibilidades para que los infantes conozcan, descubran, aprendan y se diviertan con la cultura.

Las distintas instituciones culturales y museos de la ciudad copan sus programaciones infantiles con actividades que se celebran durante las vacaciones o durante los fines de semana; ciclos y talleres independientes a los que van dirigidos a los colegios y centros educativos.

El Museo Picasso Málaga es uno de los centros-insignia en cuanto a actividades para los niños se refiere: ofrece un sinfín de talleres, cuentacuentos, jornadas para las familias, teatro, danza... Todo bajo el paraguas Niños en el Picasso. Esa particular temporada incluye iniciativas tan singulares como Caja de sorpresas: los espectáculos de esta actividad conjugan diferentes técnicas como el teatro de sombras, la proyección de imágenes, la música electroacústica en directo, los títeres... Sueños escénicos especiales llegados de diferentes ciudades españolas así como de otros países como Bélgica, Holanda e Italia. «La voz de los niños está integrada en el museo. Para nosotros es muy importante el derecho a la cultura y, sobre todo, el de los más pequeños. El hecho de que se relacionen con ella hace que el niño desarrolle una mirada crítica al mundo, una estimulación de visión; por ello no entendemos nuestra programación sin actividades infantiles, tenemos una conciencia de formación además de entretenimiento», dice el director del MPM, José Lebrero.

El Museo Picasso Málaga, además, se convierte en uno de los pocos escenarios estables de teatro para bebés en el territorio nacional, situándose en primera línea de la exhibición artística dedicada a la primera infancia con su ciclo Mi primera función, dirigido a niños de entre seis meses y tres años de edad. Teatro, performance e, incluso, una pequeña ópera para bebés... Todo un mundo.

La Fundación Casa Natal Picasso trabaja también estrechamente con los niños. El aula didáctica de la pinacoteca se convierte tanto los fines de semana como en vacaciones en un área de imaginación, diversión y creatividad. Son muchos los talleres didácticos que organiza la Fundación, que giran siempre alrededor de Picasso y de sus técnicas artísticas. La educadora encargada de estos talleres es Rosa López, que nos asegura que el objetivo principal de la Casa Natal es motivar a los más pequeños a la crítica, al descubrimiento y a apreciar el arte: «Los niños son el público del futuro, trabajamos para que tengan una buena experiencia en el museo, para que conozcan la obra de Picasso pero también al Picasso niño. Es una labor social muy importante la que realizamos y por ello le ponemos mucho empeño. Es increíble ver la respuesta de los pequeños», añade Rosa.

Más oferta. De enero a mayo el Museo Carmen Thyssen ofrece a padres e hijos la posibilidad de descubrir su colección a través del ciclo ¡¿Qué personaje eres?!, una actividad en la que la pinacoteca propone a niños de 6 a 12 años y a sus acompañantes a que se acerquen por primera vez o sigan conociendo de una manera original y participativa las obras que conforman la Colección Permanente de la pinacoteca, que a punto está de cumplir su primer año de vida. Cada sábado y domingo los pequeños se adentran en este museo a través de una visita guiada y un taller donde ponen en marcha su imaginación para crear un personaje original.

Por otra parte, Málaga también ofrece a los más pequeños la posibilidad de disfrutar de las artes escénicas.El Teatro Echegaray es uno de los escenarios principales de la capital donde cada domingo se presentan espectáculos infantiles. El responsable de este programa es Miguel Gallego, quien nos explica que los niños siempre han sido una prioridad tanto en el Cervantes como en la Sala Gades, posteriormente en el Albéniz y ahora en el Echegaray. «El objetivo principal de nuestro programa infantil siempre ha sido que las familias disfruten y también educar. Las instituciones culturales tenemos una gran responsabilidad con los niños, la de enseñar, y por ello tenemos que ofrecerles las posibilidades para hacerlo. La clave está en crear un programa variado y de calidad», argumenta.

El ciclo infantil del Echegaray presenta espectáculos basados en la danza, los musicales, el clown, los títeres e incluso la ópera. «Es muy importante que los niños vean todo tipo de teatro; por eso hemos apostado por una gran variedad de espectáculos, que vayan dirigidos a cualquier horquilla de edad. Y, sobre todo, obras de calidad. Si queremos tener un futuro cultural hay que traer a los niños al teatro... Ellos serán el público del mañana», asevera Miguel Gallego.