Bacon, Brancusi, Ernst, Chagall, Giacometti, Frida Kahlo, Picasso, Calder, Magritte o Miró firman algunas de las 90 obras que el Pompidou parisino muestra desde ayer en el edificio El Cubo ubicado en el puerto de Málaga. La colección permanente constará de unas 90 obras de los siglos XX y XXI entre las que se incluyen piezas de Pablo Ruiz Picasso, Frida Khalo, René Magritte o Alberto Giacometti. A partir de mayo llegarán exposiciones temporales, una de ellas sobre Joan Miró. El muse ofrecerá un recorrido permanente de varias decenas de obras de la incomparable colección del Centre Pompidou, invitando al público a recorrer el arte de los siglos XX y XXI. Presentará de dos a tres exposiciones temporales temáticas o monográficas al año, creadas por conservadores del Centre Pompidou y que exploran los diferentes segmentos de la colección (fotografía, diseño, arquitectura y vídeo). La experiencia se vivirá a través de programas pluridisciplinares dedicados a la danza, la representación, la palabra y el cine, con la ayuda de dispositivos de mediación, destinados sobre todo a un público joven.

A continuación le describimos siete de las principales joyas que se expondrán en el museo durante los próximos cinco años.

1. 'Dimanche', de Marc Chagall

Uno de los grandes artistas del Museo Ruso bien podría ser el puente entre esta pinacoteca y el Centre Pompidou Málaga. De hecho, Dimanche y Espejo entablan un singular diálogo que revela la maestría de Chagall al merodear por diferencias vanguardismos de su época. «Cuando estoy terminando una foto, cojo algún objeto hecho por Dios, una roca, una flor, la rama de un árbol como una prueba final. Si la pintura se mantiene al lado de algo que el hombre no puede hacer, la pintura es auténtica. Si hay un enfrentamiento entre los dos, es arte malo». El espectador decidirá que lo de Chagall es de todo menos «arte malo».

2. 'El marco', de Frida Kahlo

Málaga contará con, quizás, la pieza fundamental de la pintora. Fue el primer cuadro de un artista mexicano adquirido por el Museo del Louvre; hasta entonces, Frida Kahlo había pintado solo privadamente y a ella misma le costó admitir que su obra pudiese tener un interés general. El marco, apuntan los expertos kahlistas, se inspira en la imaginería popular y muy específicamente en los retablos cargados de ese barroquismo ingenuo y colorista tan específicamente mexicano que conjuga vívidamente lo espectacular con lo escatológico.

3. 'El sombrero de flores', de Pablo Picasso

Aseguran los expertos que este cuadro fue pintado en París en plena ocupación alemana y forma parte de un importante conjunto de retratos de mujer con sombrero cuyas múltiples mutaciones nos revelan los cuadernos de dibujos realizados entre los años 1939-40, elaborados entre Royan y la capital de Francia y que Picasso llamaba «estados». La obra del genio malagueño inspiró notablemente a Roy Lichtenstein.

4. 'Au cycliste', de Jean Hélion

No es uno de los autores más conocidos del stock Pompidou pero sí uno de los más interesantes, especialmente si se analiza su compleja trayectoria, que fue del cultivo de la abstracción absoluta a la ruptura total con la reivindicación del arte figurativo. Por no hablar de su propia vida -fue prisionero durante dos años en la II Guerra Mundial, peripecia que plasmó en un libro autobiográfico que fue un best seller-.

5. 'El imbécil', de Max Ernst

Para Ernst, la escultura «se hace en un abrazo, con dos manos, como el amor. La escultura es el arte más simple y primitivo». El imbécil es una muestra de su concepción esencialista de la creación, una magistral forma de tratar el bronce para dar con un discurso eterno.

6. 'Le viol', de Magritte

Sin duda, uno de los grandes iconos del surrealismo del siglo XX, junto a otro magritte ya totémico (Le fils de l´homme) es Le viol. Una imagen tan potente que en ella caben múltiples interpretaciones: desde que se trata de un reflejo de la Europa de la postguerra hasta que es la descripción de cómo se encontró el cuerpo de la madre del artista, que se suicidó, bajo el agua. En cualquier caso, la lógica poética de Magritte se muestra aquí en toda su contundencia y capacidad de fascinación.

7. 'Caroline', de Giacometti

Una de las obras de Giacometti que desarrolló en 1965 para su exposición en la Tate Gallery y que las pintó de noche sin luz artificial. El crítico David Sylvester definió a la perfección la obra: «Es como si Giacometti mirara la cara de la modelo desde muy cerca, de forma que el sentido de la cabeza como una esfera en el espacio se perdiera y el artista quedara con las formas básicas, prominentes. El estado de ánimo poético del espacio del estudio se sustituye por una confrontación directa con una presencia que domina el espacio ante del lienzo».