Chanel, Bond y Dalí 'viven' en el Museo del Automóvil

La diseñadora Coco Chanel, el artista surrealista Salvador Dalí, el mismísimo Agente 007, James Bond, y la pionera en aviación Amelia Earheart cobran vida en el Museo del Automóvil y de la Moda de Málaga con visitas teatralizadas que muestran de forma «totalmente diferente» y «divertida» su colección permanente.

Esto sucede «a través de sus vivencias e historias y de sus conflictos», lo que da la oportunidad de ver y conocer la exposición «como nunca antes», explica la codirectora del museo, Elvira Carrera.

Con situaciones teatralizadas que arrancan risas y hacen pasar «un rato divertido», estos peculiares personajes históricos y cinematográficos guían a los visitantes a través de las 300 piezas de costura y 99 vehículos clásicos que componen la muestra, desde la Belle Époque, a finales del siglo XIX, hasta los años 50.

Entre la colección automovilística del museo destacan ejemplares como los de la marca inglesa Rolls-Royce, con su Phantom V Flower Power, inspirado en los Beatles; coches de ensueño de Cadillac , Aston Martin, Ferrari o Mercedes , así como un Winner de 1898, uno de los primeros coches a caballo con motor.

Y en moda resaltan conjuntos de Dior, Chanel, Givenchy, Balenciaga, Versace o Gucci, que convergen con esta muestra de motor y establecen un vínculo entre épocas y personajes influyentes, como Jacqueline Kennedy, Mata Hari, Madonna o Lady Gaga, o entre firmas de alta costura y marcas de coche. Es el caso, por ejemplo, de Dior y Ferrari, Lanvin y Bentley, Valentino y Maserati, Yves Saint Laurent y Jaguar, Alfa Romeo y Gucci o Prada y Cadillac, entre otros.

Durante el recorrido teatralizado, Coco Chanel se reencuentra con un Vintage Mercedes-Benz 540K (modelo 1937) como el que tuvo década atrás; Dalí descubre un vehículo basado en él, James Bond vuelve a disfrutar de su mítico Aston Martin y Amelia Earheart se sube a un coche como el que tenía en la época en la que pilotó por el Pacífico.

La visita lleva a los personajes a interrelacionarse y a cruzar sus historias con un toque humorístico que incluyen al espectador, con momentos «muy divertidos» en los que algún visitante incluso «se puede convertir en protagonista».