Muere Concha Velasco

El guiño 'malagueño' en la capilla ardiente de Concha Velasco

El pintor Antonio Montiel retrató a la polifacética actriz en 1989 para una serie promovida por la revista Lecturas bajo el título de 'Las mujeres diez españolas en tres dimensiones'

El cuadro ha presidido el velatorio junto al féretro de la artista en el teatro La Latina de Madrid

El retrato de Concha Velasco reailzado por Antonio Montiel en 1989, junto al féretro de la artista.

El retrato de Concha Velasco reailzado por Antonio Montiel en 1989, junto al féretro de la artista. / L. O.

Ignacio A. Castillo

Ignacio A. Castillo

El cuadro formaba parte de una serie de retratos promovido por la revista Lecturas en 1989 bajo el título 'Las mujeres diez españolas en tres dimensiones'. Todos eran obra de un entonces jovencísimo Antonio Montiel. El pintor malagueño acababa prácticamente de llegar a Madrid y comenzaba a abrirse paso en el panorama artístico. Ya gozaba de renombre y las divas se lo disputaban. Todas querían comprobar cómo Montiel era capaz de desnudar su alma con sus pinceles, con sus trazos que aún hoy son inconfundibles y que forman parte de los inicios de una carrera consagradísima. La sorpresa ha sido ver cómo, tantos años después, este retrato de Concha Velasco ha presidido la capilla ardiente de la actriz en el teatro La Latina, de Madrid. Un 'guiño' malagueño en el último adiós a una de las artistas más polifacéticas de la historia del cine patrio.

"Lo he visto en la televisión y para mí ha sido una gran sorpresa", reconocía Montiel. Para aquella colección de Lecturas no solo desfiló ante el caballete del pintor malagueño la Velasco. También lo hicieron la baronesa Carmen Thyssen, Isabel Pantoja, Rocío Jurado, Sara Montiel... "Todas estaban entonces en pleno apogeo", recuerda. Todas estas obras, además, formaron parte con posterioridad de una exposición itinerante patrocinada por la firma de cosméticos Margaret Astor que comenzó precisamente en Málaga y culminó en Barcelona y Madrid.

Montiel y Velasco, junto al retrato, durante un de las sesiones en la casa de la actriz en La Moraleja.

Montiel y Velasco, junto al retrato, durante un de las sesiones en la casa de la actriz en La Moraleja. / L. O.

"Hablábamos mucho de Málaga"

En Madrid, con apenas 25 años, Montiel retrató a Concha Velasco. "Fueron varias sesiones, entre mi casa y la suya, en La Moraleja", recuerda. "Era encantadora, simpatiquísima. Hablábamos de muchas cosas. Sabía de mi pasión por Pepa Flores, mi musa. Hablábamos de Málaga, de que le encantaba, de que solía venir a Marbella y Fuengirola. De su trayectoria artística...", explica Antonio Montiel.

Aquello fue el inicio de una bonita amistad. "Nos encontrábamos en Madrid en muchos sitios y siempre me decía que me tenía muy presente, puesto que el cuadro estaba en un sitio muy especial de su casa", asegura el pintor, quien se siente muy alagado por que su obra haya sido la elegida para presidir el velatorio de la actriz, justo al lado de su féretro y sobre un escenario.

El retrato de Concha Velasco, en primer término.

El retrato de Concha Velasco, en primer término. / L. O.

De Velasco y a la hora de plasmarla sobre el lienzo, Montiel destaca "la chispa de su mirada". "Había que lograr sacársela porque sus ojos eran muy expresivos. Y también era fundamental sacarla sonriente, que era lo que realmente le favorecía. Ella sonreía y se iluminaba todo", narra alguien que descubrió a la artista con la mirada artística: "Esa energía, esa actitud de comerse el mundo, están en el cuadro", señala Montiel de quien hiciera célebre para la televisión la figura de Santa Teresa de Jesús. "Un papel que la llenaba de satisfacción y del que se sentía muy contenta". "Y la retraté vestida de rojo, que era su color favorito", añade.

"Había nacido para esto"

"Era una grandísima actriz que lo ha dado todo. Actuaba, cantaba, bailaba y presentaba. Puede que la artista más completa de la historia de este país. Era una entusiasta. Había nacido para esto", concluye su retratista.