Teatro

Banderas celebra los 5 años del Teatro del Soho-Caixabank: "Vamos a seguir creciendo y a seguir creyendo"

El espacio escénico renueva su acuerdo de colaboración con su principal patrocinador, CaixaBank, y desvela sus próximos desafíos

"Es el proyecto de mi vida y mi gran reto ahora es consolidarlo", asegura el actor y empresario

Banderas, delante del cartel de su inminente musical 'Tocando nuestra canción'

Banderas, delante del cartel de su inminente musical 'Tocando nuestra canción' / Álex Zea

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

El Teatro del Soho-CaixaBank celebra sus primeros cinco años de vida escénica y lo hace con una buena noticia: renovando el acuerdo entre Antonio Banderas, su gran valedor e ideólogo, y su principal partner, CaixaBank, para el próximo trienio.  "Parece que ha pasado muchísimo tiempo y sólo han sido cinco años; eso quiere decir que hemos hecho muchísimas cosas. Puedo decir que hemos cumplido con creces los sueños con los que nació este espacio", aseguró ayer el actor, productor y empresario, convencido, eso sí, de que "queda mucho por hacer".

Banderas hizo esta mañana un alto en los exhaustivos ensayos del próximo musical del Teatro del Soho-CaixaBank, 'Tocando nuestra canción' (que se estrenará el próximo 6 de junio), para ofrecer un rápido balance de lo conseguido en estas primeras cinco temporadas. "Hemos generado respeto en la profesión y demostrado que no sólo se produce en Madrid y Barcelona, nos hemos ido de gira allí, ellos han sido las "provincias" [Risas], he escuchado con orgullo los halagos de Pepe Sacristán y Núria Espert y otros profesionales a lo que tengo en un altar". Y todo, como dice la canción, a su manera: "A estas alturas de mi vida, tengo claro que el éxito es hacer lo que quieres hacer, como quieres hacerlo y con quien quieres hacerlo". En su caso, eso ha pasado por unos cuantos atrevimientos: "Somos un teatro privado sin ánimo de lucro y hemos trabajado, y lo seguiremos haciendo, a pérdidas de forma consciente. Porque a nadie se le ocurre hacer un musical como 'Company' con 26 músicos en escena y ofreciendo trabajo a más de 200 profesionales". A Banderas y los suyos, sí.

Recordó el vértigo y el miedo que sintió cuando tenía por delante 5 meses de funciones de 'Company' en el Teatro del Soho-CaixaBank. "¿Qué pasa si no hay público suficiente? Pero al final conseguimos 600 espectadores de media durante todo ese tiempo. Que me digan una obra que haya logrado algo así en España, en Marsella, en Parma...", apuntó con evidente orgullo. Y convencido de que se puede aplicar entre nosotros el modelo del teatro que no es elitista, el de las estructuras del Public Theatre o el Roundabout Theatre, entidades escénicas sin ánimo de lucro apuntaladas en la producción de clásicos y con una eminente función divulgativa o directamente didáctica. "El Teatro del Soho-CaixaBank viene de mi experiencia de 23 años en EEUU y de observar cómo se organizan las comunidades para diseñar proyectos culturales como ésos", ratificó el malagueño.

Consolidación

Antonio lo ha dicho muchas veces y lo sigue manteniendo: "El Teatro del Soho-CaixaBank es el proyecto de mi vida y mi gran reto ahora es consolidarlo". ¿Cómo? "Tenemos que seguir creciendo y seguir creyendo", se responde. Lo que en la práctica se traduce en incrementar la producción propia, no sólo de musicales clásicos de Broadway (la seña de identidad del espacio como productora: les esperan la citada 'Tocando nuestra canción' y 'Gypsy') sino también de musicales made in Spain y también de obras de teatro tradicional, de texto (apuntó que quiere levantar 'Soy tuya', del intérprete argentino Óscar Martínez).

Antonio Banderas también se refirió, a preguntas de los periodistas, al proyecto arquitectónico ganador, recién presentado, del Centro de Danza que el Ayuntamiento idea en los antiguos terrenos del Astoria, los que hace años Banderas codiciaba para levantar su teatro (recordemos que la oposición de los grupos municipales de IU y Podemos, que acusaron de trato de favor municipal a la aventura del malagueño, terminó en su abrupta salida del concurso). "Ojalá la propuesta para el Astoria se parezca a la mía porque la mía era muy buena. Pero no me arrepiento de nada: no habría pasado lo que ha pasado en estos cinco años", zanjó rotundo Antonio.

Pujanza malagueña

En su balance de estos años, Antonio Banderas se congratula de la actual pujanza malagueña, como ciudad puntal en la cultura. "Que seamos la ciudad de los museos ha ayudado, también cerrar el Centro de Málaga al tráfico rodado... ¡Que hasta hace poco por San Agustín pasaban coches! Se ha logrado humanizar la ciudad. No me gustan las grandes urbes, en las que te pasas la vida conduciendo. Aquí me encanta ir a los sitios andando, ese rollito, el poder pasear pensando, es algo propicio para el arte, para la creación", argumentó.

Termina el turno de preguntas, con algunas que se han quedado en el aire porque Banderas tiene que volver apresuradamente al teatro a seguir con los ensayos de 'Tocando nuestra canción'. "Va a sorprender: es una gran comedia romántica muy divertida y con mucho corazón que se ha hecho muy poquito", avanza. Y también nos dice que muy pronto volverá a rodar con Anthony Hopkins (con quien compartió cartel en el gran éxito en Hollywood del malagueño, 'La máscara del Zorro'), que ya está dándole vueltas al diseño de vestuario de 'Gypsy', su musical de octubre, y que quiere presentar en "una versión menos edulcorada de las que se han hecho hasta ahora"... Creciendo y creyendo.  

Sohrlin Andalucía: un Tetris que hay que completar pieza a pieza

El presente y futuro inmediato de Antonio Banderas como factótum es Sohrlin Andalucía, el espacio de artes escénicas y entretenimiento cultural con el que Banderas y su socio, el CEO de Producciones Merlín, Domingo Sánchez (con el respaldo de la Junta de Andalucía), quieren hacer de La Misericordia el vivero de talentos y, sobre todo, técnicos que hacen falta para afrontar el desarrollo escénico y audiovisual de nuestro país. "Se ha retrasado por las obras, pero está prácticamente terminada la escuela, faltan, digamos, enchufes, y los cursos están preparados", apunta Antonio. Y matiza: "Es que Sohrlin es una especie de clúster con muchas cosas: también es un auditorio con 1.6000 butacas, espacios de altas tecnologías, un estudio de grabación para orquestas y coros... Son 8.000 metros cuadrados y queremos aprovecharlos de la mejor manera. Es un Tetris que hay que completar pieza a pieza", asegura.