Thomas Kelati sigue sin reaccionar. El estadounidense de raíces eritreas lleva un mes y medio desconocido. No acaba de encontrar la confianza, la concentración y el acierto que cautivaron a la afición cajista al comienzo de temporada. El jugador atraviesa por una delicada situación personal que le ha llevado a ser una sombra de lo que fue, y que tiene desconcertado al propio club.

En Los Guindos no se sabe ya qué decisión adoptar. Se le ha dado tiempo para que reaccione. Se ha sido muy comprensivo y se le han dado al escolta todo tipo de facilidades. Pero Kelati no acaba de espabilar. Sigue sin responder.

La preocupación es muy profunda. Kelati es un hombre clave en los esquemas de Aíto García Reneses y el único especialista en el lanzamiento de tres puntos. Es un ´francotirador´, un auténtico ´killer´, un tipo de jugador que necesita la pizarra del entrenador.

El madrileño también ha sido muy paciente con él. Le ha dado toda su comprensión y no ha dejado de darle su confianza en forma de minutos. Pero, como todo, Aíto tiene un límite.

El domingo, en la final de la Copa del Rey, Aíto decidió darle un toque de atención. Un tirón de orejas para que se centre en su trabajo. Kelati no jugó un solo minuto ante el Tau Cerámica. Vio todo el encuentro sentado en el banquillo. Gomis hizo de Kelati. Aunque son dos jugadores muy diferentes, el francés aportó los puntos que el Unicaja tanto necesita.

El africano, afectado por un problema familiar grave, había sumado 5 puntos en el encuentro de semifinales ante el Estudiantes (71-78) y apenas tres en los cuartos de final contra el Kalise Gran Canaria (79-69).

Su rendimiento está muy alejado de sus números de hace poco más de un mes. Y es que Kelati pasó de ser todo un desconocido a un actor principal de este Unicaja. El escolta se creció ante la adversidad. Justo cuando más lesionados acumulaba el equipo, él dio un paso adelante.

Para el recuerdo ha quedado ya su magnífica actuación en el trifunfo en Tel Aviv (73-80), cuando firmó 23 puntos; en Le Mans (55-87), con 20 más; contra el CAI Zaragoza (102-77), con otros 20; o en la pista del Estudiantes, con 16 puntos, la mayoría en el último cuarto, que resultaron clave para imponerse en la pista estudiantil: 78-82.

Aquellos maravillosos tiempos han pasado y Kelati se ha convertido en una sombra de sí mismo, en un jugador taciturno que está muy lejos del nivel que exhibió en aquella parte de la campaña.

Aíto y sus ayudantes estaban convencidos de que esta Copa iba a suponer el despertar del jugador. Durante la semana previa al torneo se entrenó muy bien, a un ritmo elevadísimo, como en sus mejores días. Pero luego, en Madrid, Kelati ha vuelto a fallar.

En Los Guindos están desesperados. Kelati ocupa una plaza de extracomunitario y debe comenzar a aportar mucho más. La temporada ha entrado en un territorio muy importante y es hora de dar la cara. La Copa ha abierto el baile, pero ahora llegarán los encuentros vitales del ´Top 16´ de la Euroliga y, posteriormente, si el Unicaja consigue pasar esta ronda, el ´Top 8´. Ante situaciones desesperadas urgen respuestas urgentes. Y el club las maneja.

Aunque nadie quiere pronunciarse, se barajan varias opciones. Desde darle la baja de manera temporal hasta invitarlo a marcharse a atender sus asuntos personales. Es más, tampoco se descarta ´cortarlo´, pues su problema va para largo.

Claro que se trata de soluciones casi desesperadas, porque el mercado, a día de hoy, no ofrece jugadores de la calidad que atesora Kelati. Es prácticamente imposible encontrar a jugadores libres. Sí los hay previo pago a su club de procedencia, pero eso es algo que se descarta. Por el momento.