España tiró de orgullo para remontar dos tantos a Macedonia, selección 53 del mundo, que aumentó en el primer acto las dudas sembradas en la Copa Confederaciones, hasta que Vicente Del Bosque recuperó el sistema del éxito, con cinco centrocampistas, y llegaron los goles en memoria de Jarque.

Asegura la voz más representativa del vestuario, el capitán Iker Casillas, que la Copa Confederaciones está olvidada. No debe pasar España al olvido con tanta rapidez una competición en la que cometió fallos que le alejaron de la deseada final con Brasil y frenó la euforia de la Eurocopa conquistada.

Del varapalo ante Estados Unidos y la conquista agónica del tercer puesto ante Sudáfrica en la Confederaciones, España pasó mes y medio después a una remontada repleta de orgullo en un incómodo partido amistoso por fecha, por escasa preparación y por el poco nombre de un rival, que comenzó ganando en ambición para acabar rendido ante la calidad del rival.

Mordió Macedonia desde el primer minuto. Del Bosque, sin dos piezas claves como Sergio Ramos y Andrés Iniesta, dio la alternativa a Santi Cazorla y David Silva en las bandas para probar variantes antes de medirse a Bélgica y Estonia. Apostó el seleccionador por el 4-4-2 que últimamente se atraganta, con Villa y Fernando Torres arriba. España descubrió un estilo con cinco centrocampistas y cuando lo recuperó en la segunda mitad cambió radicalmente su imagen.

Descansó Casillas y Pepe Reina pensaba en la hora en que le tocó jugar. Goran Pandev, el jugador macedonio de más calidad delantero del Lazio italiano, se aprovechó de las dudas de la defensa española para marcar un doblete en 33 minutos y desatar la locura en las gradas.

Errores. A los ocho minutos arrancó en posición dudosa aprovechando un mal repliegue tras saque de esquina a favor de España, para plantarse solo ante Reina, que regresó sobre sus pasos tras un amago de salida y se equivocó dando la facilidad del recorte a Pandev que marcó a placer a puerta vacía.

España se dio cuenta de que para ganar tendría que dar lo mejor y aunque se hizo con el dominio, le faltó chispa en los últimos metros. Naumoski se pegó con todos y Pandev puso la brillantez.

Lo intentaron Silva y Villa con los primeros disparos pero faltaba confianza y coordinación en defensa. Un nuevo error de Puyol al tirar el fuero de juego, dejó a Pandev ante el gol y no lo desaprovechó. Disparo cruzado inalcanzable para Reina y caras de incredulidad.

España, desfigurada, caía en el error del juego directo. Villa remataba al palo con un latigazo con la derecha cuando moría la primera parte. Minutos para el cambio que Del Bosque aprovechó para dar descanso a un agotado Xabi Alonso más Cazorla y Villa y dar entrada a Busquets, Cesc y Riera.

El regreso al esquema que llevó al éxito a Luis Aragonés, 4-5-1, mostró la verdadera España. Recuperó la chispa, el toque y la pegada. No se podía permitir una derrota que habría hecho daño y en diez minutos cambió el panorama con un golpe de autoridad.

Riera avisó nada más reanudarse con un disparo raso. En el minuto 52 Fernando Torres peinaba a la red un centro de Xavi y lanzaba los dedos al cielo dedicando a Dani Jarque su gol. Juntos conquistaron un Europeo sub´19.

Dos minutos después llegaba el empate. Un disparo de Cesc al palo caía a los pies de Piqué que marcó a puerta vacía. Y la remontada se selló, de nuevo a los dos minutos, con el gol de la noche de Riera. La ´Roja´ dedicó a Jarque un triunfo repleto de orgullo.