El corredor del Xacobeo Galicia Ezequiel Mosquera, cuarto en la etapa y sexto de la clasificación, señaló ayer que llevó "por dentro la rabia" de haber sido sancionado con 20 segundos por avituallamiento en lugar indebido en la jornada de Sierra Nevada. Su objetivo era atacar en La Pandera, "una de las últimas oportunidades" que quedan en la Vuelta. Y lo logró, pero coger un bidón a 6,5 kilómetros del final le ha salido caro.

"Lo que había que hacer era intentarlo y es lo que he hecho. La Pandera era una de las últimas oportunidades y había que probar. La rabia de la sanción de veinte segundos en Sierra Nevada la llevo por dentro", señaló el ciclista gallego.

Mosquera explicó en la cima jiennense que "es muy gratificante contar el apoyo de los aficionados aunque no se gane, porque contar con el calor del público es tan satisfactorio como la victoria".