Italia ultima los preparativos de la 93ª edición del Giro que, por segunda vez en su historia, parte hoy desde Holanda y que intentará extender durante 22 días la pasión por el ciclismo tanto dentro como fuera de las fronteras del país.

Amsterdam se ha engalanado de rosa para dar el pistoletazo de salida a la primera gran cita ciclista de la temporada, mientras Italia se prepara para dar la bienvenida al pelotón el próximo miércoles. Homenajes a mitos del ciclismo como Fausto Coppi y Marco Pantani, una cobertura mediática sin precedentes y un programa dedicado a los más jóvenes forman parte de las actividades que correrán en paralelo a la ´corsa rosa´ en Italia durante los próximos días.

Tras alcanzar el pasado año los 300 millones de espectadores en todo el mundo, la organización espera llegar este año a los 350 millones distribuyendo la señal de televisión hasta en 150 países.

Durante mucho tiempo territorio exclusivo de corredores italianos –sólo en veintisiete ocasiones lo ganaron ciclistas extranjeros, entre ellos los españoles Miguel Induráin (1992 y 1993) y Alberto Contador (2008)–, el Giro intenta así extender su presencia más allá de las fronteras nacionales. El Coliseo de Roma, escenario de la coronación de Menchov en la pasada edición, cederá este año el testigo a la Arena de Verona.

La ausencia del vencedor del pasado año, Denis Menchov, sitúa al español Carlos Sastre, al australiano Cadel Evans, al italiano Ivan Basso y al kazako Alexandre Vinokurov como principales favoritos de una carrera que, por su trazado, debe beneficiar a los escaladores.