La diferencia que los españoles Rafael Nadal y Nicolás Almagro exhibieron ayer ante el francés Gael Monfils y el austriaco Jurgen Melzer, respectivamente, llevaron a ambos a enfrentarse en una de las semifinales del Masters 1.000 de Madrid.

Rafa, finalista el pasado año, derrotó a Monfils de forma inapelable por 6-1 y 6-3 en 77 minutos, mientras que Almagro destrozó a Melzer, verdugo de Fernando Verdasco, por 6-3 y 6-1 en 58 minutos. Ambos se encuentran ya en la penúltima ronda sin ceder un solo set. Y ambos están pletóricos de fuerza. Pero Nadal ha ganado las cinco veces en las que se han enfrentado, cediendo solamente un set.

Ése es el desafío de Almagro tras lograr ayer por primera vez las semifinales de un Masters 1.000 en su carrera. El murciano recuerda que además dispuso de cinco bolas de partido en el último enfrentamiento contra el cuatro veces ganador de Roland Garros. Fue en los cuartos de final de París Bercy el año pasado, y el de Manacor las abortó todas, para ganar luego por 6-3, 6-7 y 7-5.

Destrozo fue lo que Nadal hizo con Monfils, un campeón del mundo júnior al que una lesión en la mano ha roto esta temporada, y que no jugaba desde el 14 de marzo, en el torneo de Indian Wells. Demasiado hizo el francés que, disputando su primera competición sobre tierra este año, logró los cuartos de final de Madrid.

Rafa jugó su mejor partido de la semana, recordando al Rafa de Montecarlo, suelto, rápido, con poderío y con garra. Monfils, tras ceder el primer set en 31 minutos, muy defensivo, sólo tuvo una oportunidad de entrar en el duelo. El entrenador de Monfils, el australiano Roger Rasheed, asistió impávido a la destrucción de su pupilo, masacrado por los golpes del mejor jugador sobre tierra esta temporada. Monfils se tocó el pecho y los abdominales continuamente y acabó exhausto, sin moral, destrozado físicamente, y desanimado. De ahí la doble falta, la séptima suya, con la que entregó el encuentro.

En la otra parte del cuadro, el suizo Roger Federer selló su clasificación para las semifinales en la Caja Mágica, donde defiende corona, tras vencer en tres mangas en su encuentro de cuartos de final al letón Ernests Gulbis por 3-6, 6-1 y 6-4.

Ahora tendrá que vérselas con David Ferrer, que en su encuentro de cuartos pudo con Murray por 7-5 y 6-3.