La selección española se impuso a Lituania (97-76) en su estreno en el Torneo de Vitoria y prolonga su inmaculado camino de triunfos en la preparación del Mundial de Turquía después de deshacerse la pasada semana de Canadá y Costa de Marfil en Las Palmas.

El regreso al País Vasco, 22 años después, sirvió para evidenciar el talento y el poderío de una España que ajusta su maquinaria en busca de reeditar su corona mundial. Los planes de Sergio Scariolo funcionan y el combinado nacional está más cerca de su mejor versión.

Son varias las notas positivas que deja el choque ante Lituania. Para empezar, España cuenta con una pareja de bases envidiable. El relevo entre Calderón y Ricky resulta clave para mantener un alto ritmo de partido a lo largo de los 40 minutos. Buenas noticias llegan también del juego interior, donde Marc, Reyes y Vázquez dotan a España de un enorme poderío debajo del tablero.

España y Lituania arrancaron con intensidad el choque aplicando sus principales señas de identidad. Los bálticos, gracias a dos triples de Jasaitis en dos minutos, abrían la primera brecha en el electrónico (4-8). Pero el combinado de Scariolo no se desesperó ante el acierto lituano y empezó a activar su habitual rodillo para tomar la iniciativa en el partido (12-8, minuto 5). Así, al final del primer periodo mandaba España por un contundente 30-16.

En el comienzo del segundo acto, el frenético ritmo de Ricky seguía asfixiando a una Lituania que lograba mantenerse en el partido a golpe de triples. Se llegó al descanso con 55-42. En el segundo periodo llegó la única nota negativa con el esguince del tobillo izquierdo de Fran Vázquez.

En los minutos siguientes los españoles volvían a romper el partido. Al final del tercer cuarto, los de Scariolo se imponían por 78-57. El último periodo no modificó el argumento del partido y España siguió con su excelente juego.