­El culturismo como forma de vida. Cristina Chatti (6/11/78, Schaffhausen) y Jorge «Joe» Sánchez (7/11/69, Colonia) compañeros en la vida y de profesión pasean el nombre de Málaga por el mundo en las competiciones de fisioculturismo en las que participan. Un día a día sacrificado, pero que no les priva de mantener una rutina normal y de permitirse algún «caprichito» de vez en cuando.

Ambos tienen padres malagueños, pero ninguno de ellos, casualmente, nació en la Costa del Sol. Jorge, nacido en Alemania, se instaló en Málaga a los cinco años y Cristina tardó un poco más, a los 16. Ahora, son pareja y comparten su pasión por el culturismo, aunque también dedican parte de su tiempo a sus otros trabajos, en el mundo del turismo, que les hace poder seguir adelante. «Si viviéramos en Estados Unidos podríamos vivir de esto, porque además allí el deporte está becado. Cada día nos planteamos irnos. Aquí no hay patrocinadores y se hace más complicado. Pero aquí estamos bien, tenemos nuestros trabajos. Hace 20 años seguro que lo hubiera hecho», comenta Jorge.

Su gira este verano por Estados Unidos, la cuna de este deporte, no ha podido ser más fructífera. Los malagueños se han traído 10 trofeos en dos eventos de renombre allí en tierras norteamericanas. «Competimos en Las Vegas el 30 de agosto en el Hotel Casino Riviera, muy famoso allí. Conseguimos cuatro trofeos. Y después en Venice Beach, el gimnasio de Arnold Schwarzenegger, por segundo año consecutivo. Tiene una grada y un escenario para el desfile. Este año logré el Máster de más de 35 años, el absoluto de todas las mujeres y el por parejas. Y Jorge fue segundo en el Open y segundo en el Máster», explicó Cristina.

Sánchez lleva compitiendo desde los 19 años en este tipo de competiciones y fue el que introdujo en este mundo a su pareja, que lleva tres años dedicada a esto. De momento no piensan en parar y aseguran que les queda cuerda para rato. «Nos pusieron la condición de competir en parejas, hice una prueba y en mi primera competición gané. Esto te tiene que gustar, porque a veces es duro. Algunos días te lo piensas», apunta Cristina. «En Venice Beach competimos con un señor de 81 años y ganó. Mientras tengas salud y estes bien de articulaciones, que te permitan entrenar, todo el mundo puede seguir», añade Jorge.

El culturismo es un deporte muy sacrificado, sobre todo, en el tema alimenticio, donde hay que seguir una línea muy estricta salvo en días señalados. «Cada 20 días hay día libre...cada uno a su gusto. Hay que hacerlo a nivel mental y de metabolismo, para que tu cuerpo siga funcionando. Hay que engañarlo. Somos humanos y pasamos por delante de una pastelería y te entran ganas, pero consigues el autocontrol con los años. Pero hambre se pasa a veces», afirma Jorge.

«A mí me gusta tener el trabajo hecho tres semanas antes de la competición para evitar apuros de último hora. El espejo es fundamental en nuestro trabajo. Hay que mirarse mucho porque es tu referencia», añade.

Además de por el nivel que económico que exigen los viajes a Estados Unidos, su filosofía es la de competir un año sí y uno no. Para que el cuerpo y la mente aguanten. «Nuestro objetivo ahora es 2016. A ver que nos encontramos cuando empecemos a quitar las capas. A nivel económico también es difícil aquí por los viajes. Antes había más marcas que apoyaban, ahora es más difícil. Si no eres profesional no hay premios económicos, en productos sí. No dejas de entrenar, no dejas la buena alimentación, pero bajas un poco el ritmo. Te lo temas sin estrés», argumentan.

Y ahora tras el éxito de las últimas competiciones llega el momento de parar y disfrutar de otras aficiones hasta el momento de retomar el trabajo duro. «Ahora a comer, coger peso, disfrutar de las pizzas y seguir con nuestros trabajos. Hay que administrarse. También estamos preparando chavales. En 2015 tenemos tiempo para eso, que nos sirve como sponsor», concluye Cristina.

@pilugarcia10