La afición malagueña ya dejó claro su entusiasmo por la selección española de fútbol agotando las entradas para el partido de este domingo frente ala República Checa en unas horas. Y ayer volvió a confirmar que La Roja despierta ilusión en la ciudad a menos de seis meses de la disputa del Mundial de Catar.
La expedición del combinado nacional aterrizó en el Aeropuerto Internacional Pablo Ruiz Picasso de Málaga sobre las 13 horas y se dirigió en autobús hacia el hotel Vincci Posada del Patio, su cuartel general hasta el lunes. Allí , los de Luis Enrique fueron aclamados por un buen número de seguidores que esperaban con entusiasmo la foto o la firma de sus ídolos.
La selección absoluta masculina de fútbol llevaba 5 años sin pisar suelo malagueño y eso se nota. La ilusión es máxima por ver a La Roja competir sobre el césped de La Rosaleda. La última vez que jugó en Martiricos fue en 2017, en un amistoso en el que goleó 5-0 a Costa Rica. Pero es que hace ya 40 años de la última vez que el combinado nacional jugó un partido de carácter oficial en Málaga.
Gracias a la Liga de Naciones, los malagueños podrán volver a gozar en directo con su selección, y además en un partido donde España necesita la victoria para en la lucha por acceder a la Final Four del torneo. Ahora mismo, los de Luis Enrique son segundos del grupo, con 5 puntos, a 2 de Portugal, líder con 7.
Tras descansar unas horas en el interior del Vincci, los futbolistas de La Roja partieron hacia La Rosaleda para ejercitarse en el Anexo. A su salida del hotel hacia el campo también hubo aficionados esperando a las puertas del hotel situado en el Pasillo de Santa Isabel.
No hay duda de que la selección gusta, y mucho, en Málaga. Entradas agotadas y unas ganas tremendas de que llegue ya el domingo (20.45 horas). Ya lo dijo Luis Enrique en la rueda de prensa posterior al encuentro en Ginebra frente a Suiza: «Los de Málaga están ‘cachondísimos’ porque han comprado todas las entradas en 15 minutos». No es para menos.