Caso Negreira

Laporta y el 'precio justo' del caso Negreira: 5.066 euros por informe

La comparecencia del presidente del Barça, más allá de bravuconadas, solo sirvió para constatar que hay gato encerrado en los millonarios pagos del club al exvicepresidente de los árbitros

Laporta: “El club no ha cometido ningún delito”.

Agencia Atlas

Sergio R. Viñas

Joan Laporta se presentó en su rueda de prensa sobre el caso Negreira junto a cuatro cajas de cartón presuntamente llenas de documentos y valoradas en 3.420.000 euros, según el informe de la Agencia Tributaria. La escenografía estaba a caballo entre la presentación de algún fichaje de saldo (algunos son más baratos) y un homenaje a Joaquín Prat, animando al concursante de turno de ‘El precio justo’ a adivinar el valor del escaparate final.

Ahí estaban, a modo de trofeo, como presunta prueba irrefutable de la honorabilidad del Barça629 informes escritos, 42 CDs con vídeos y otros cuatro documentos sobre algo que no quedó muy claro, pues Laporta no lo supo o quiso explicar, todo ello elaborado entre 2014 y 2018. Es todo lo que ha encontrado la investigación sobre el caso Negreira encargada por el actual presidente azulgrana.

Dado que algunos de esos informes se han filtrado y se conoce su extensión impresa, solo se puede concluir que o las cuatro cajas eran decorativas y alguna de ellas estaba vacía o llena de porexpán; o que fueron reimpresos en letra Arial 50 para que abultara todo un poco más y la desfachatez quedara minimizada.

Los informes destruidos

Del bloc de notas a la calculadora, pasando por el informe de Hacienda, la cuenta de la vieja dice que cada documento presentado por Negreira y por su hijo entre 2014 y 2018 le costó al Barça 5.066 euros. También los hubo antes, al menos desde 2001, pero se destruyeron. Dijo Laporta que es costumbre hacerlo a los cinco años, mientras presentaba informes con una antigüedad de nueve.

Tiene que ser estresante meter en una trituradora un papelote valorado en 5.000 euros sin pestañear lo más mínimo. Qué menos que intentar revenderlo por Wallapop: “Se vende informe sobre si Mateu Lahoz prefiere que le traten de tú o de usted. Un Negreira auténtico. Casi sin usar, rebajado a mitad de precio. 2.500 euros con envío gratuito”. Si el exvicepresidente de los árbitros y su hijo hubieran estado listos (más aún, que ya es decir), los habrían recomprado ellos mismos para volver a venderlos al propio Barça una temporada después.

A Laporta le viene fenomenal que, presuntamente, no se conserven los informes de su primer mandato (2003-10), no fuera a ser que la división ‘pagos totales/número de informes’ aportara una conclusión aún más sangrante que la de la etapa 2014-18. O quizá menos, nunca lo sabremos, porque la trituradora hizo su trabajo.

¿Quién se quedaba el dinero?

El presidente del Barça nos quiso hacer creer este lunes que la relación comercial que el club mantenía con Negreira y su hijo, valorada en un total superior a los 7 millones de euros, se encuadraba en cánones de normalidad. Nos ha tratado por tontos, en definitiva. Había alguien que se lo llevaba crudo, aunque no se sepa quién, y puede que sea hasta legal que lo hiciera, pues servicios y personal sobrepagado los hay en cada rincón del mundo.

Pero Laporta cree que con aseverar, con una mano sobre la Biblia y la otra sobre el Estatut si hace falta, que el Barça jamás pagó para obtener favores arbitrales el caso queda cerrado. Una tesis que, como ya contó este periódico, está perdiendo fuerza y en la que ya casi nadie fuera de Twitter cree. El fallecido José Contreras sigue pareciendo la clave del asunto, pero, ay, amigo, de eso Laporta no “opina”. Ya.

Porque la comparecencia de Laporta, más allá de bravuconadas, sirvió para constatar que, en efecto, en el caso Negreira hay gato encerrado. Pero el presidente azulgrana, dónde está la bolita, dice que él no “opina” y que de lo que ocurrió en otros mandatos presidenciales no puede ofrecer detalles porque no los tiene, más allá de asegurar que jamás se compraron árbitros o favores en el estamento. Lo que, dado que no tiene esos detalles, se parece sospechosamente a una opinión, a un acto de fe si se prefiere.

"El equipo del régimen... de turno"

Tampoco tuvo problema Laporta para opinar que el Real Madrid es un club “históricamente favorecido por decisiones arbitrales” y que ha sido “el equipo del régimen… de turno” o que “algunas esferas de poder no aceptan que el Barça represente una catalanidad abierta al mundo”, signifique eso lo que signifique. Aquí opinamos solo de lo que nos conviene, faltaría más.

Laporta, en lo que respecta al Barça, solo profundizó ligeramente en su primera etapa como presidente, entre 2003 y 2010. La gran noticia que aportó sobre esa época, y que ha pasado bastante desapercibida, fue la confesión (¿intencionada?) de que “el vicepresidente económico” de la primera presidencia de Laporta conocía los pagos. Quien ejercía ese cargo era Ferran Soriano, actual director general del Manchester City, quien aseguró a As que no tenía ni idea del vínculo del club con Negreira.

Total, que da la sensación (llámenme loco) de que aquí nadie le dice la verdad ni al médico. Para eso está la Justicia, para dirimir quién lo hace y quién no. Desde luego, las cajas de cartón con las que se presentó Laporta no lo hacen. Y, ahora, si me disculpan, voy a intentar colocarle este texto al Barça como un informe sobre la rueda de prensa sobre su presidente. A ver si me lo compra por 5.000 euros. Hasta por la mitad, que no se diga.