Análisis

Helados: el elixir del verano

Aunque hay distintas teorías sobre el origen del helado, lo que pone de acuerdo a los expertos es que el helado artesanal, el que se elabora con materias primas y leche, tiene su origen en Italia. En España ya se comercializaba por las calles a principios del siglo XX y su consumo ha estado siempre muy estacionalizado, algo que no ocurre en otros países europeos.

La variedad de sabores de los helados es interminable

La variedad de sabores de los helados es interminable / POR ARANTXA LÓPEZ

Arantxa López

En los últimos años, la apertura de heladerías ha sido exponencial, por lo que este producto se está desestacionalizando. Ver una heladería abierta todo el año se ha convertido en algo más que habitual, incluyendo la rotación de sabores según la temporada del año.

Los últimos datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación apuntan que los andaluces somos los que más helado comemos en nuestro país. En 2021, llegamos a consumir más de 29 millones de litros. Casi el 20 por ciento del consumo nacional se hace en Andalucía, lo que supone una media de casi 3,5 litros de helado al día.

HELADOSEL ELIXIR DEL VERANO

Los helados se pueden mezclar con otros ingredientes. / POR ARANTXA LÓPEZ

¿Qué hay de nuestros helados favoritos? El de chocolate lidera el ranking español según datos de Yump, seguido del de limón, mango, galleta oreo y vainilla. En cuanto a formato, seguimos prefiriendo el cucurucho a la tarrina y hay otras versiones como el ice cream waffle (base parecida a un gofre con helado por encima) que va ganando puestos, sobre todo entre los más jóvenes.

La industria del helado artesanal no para de crecer y no es de extrañar, ya que la diferencia entre uno artesanal y otro de corte industrial está en la calidad de la materia prima con la que se elaboran. Matías Kuyumidjian, de heladería Caramelo (Fuengirola) lo sabe bien. En marzo de este año ganó el premio al Mejor Helado Artesano. Lo hizo con un helado de chocolate, uno de los favoritos de sus clientes, aunque asegura que el de milhojas de nata es uno de los reyes de su propuesta. «Elaborar un helado de manera artesanal va más allá de la calidad del producto, también tiene que ver con los tiempos y la forma de elaborarlos. Nosotros, por ejemplo, creamos nuestra propia nata para hacer el helado de milhojas, hacemos el hojaldre y también el dulce de leche. Luego está también la estética, que hay que trabajarla para que llame la atención», afirma.

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El helado se ha convertido en un postre y tentempié muy popular. / POR ARANTXA LÓPEZ

Sabores

Si algo ha proliferado en el sector del helado ha sido la introducción de nuevos sabores. La elección de unos u otros depende mucho del factor generacional. «Los sabores tradicionales para los niños, los adultos y los abuelos de hoy en día son diferentes. Dentro de 40 años, un sabor como el Kinder, que ahora son una novedad para los niños, será un sabor tradicional para las generaciones futuras», apunta Matías Kuyumidjian.

En Málaga podemos encontrar algunos helados con sabores muy originales como el de galletas de coco, dulces árabes o caramelos Drácula de la heladería Frágola. Para los amantes del chocolate el ‘bomba’ de la heladería Fratelly, un helado elaborado a base de chocolate blanco con Nutella. La pasión griega de D’Lorenzo Gelato también es uno de los más aclamados por sus clientes, una base cremosa de yogur griego con frutos rojos y fresa. Y no hay que olvidar el de vino de Málaga de Freskitto.

Y si estos sabores son originales y gustan a quien los prueba, no podemos dejar de hablar de esos otros que a veces resultan ‘cuestionables’, pero que también se hacen y se consumen a lo largo y ancho del mundo como, por ejemplo, el helado de caviar que hace el estadounidense Aaron Silverman, propietario de restaurantes que ostentan estrella Michelin; o el de carbón, que se elabora en Icekraft, en Mumbai (india). Este sabor ha sido considerado uno de los más raros del mundo y para su elaboración utilizan cáscara de coco quemada, lo que hace que tenga un aspecto muy parecido al del carbón. La lista es variada y amplia: pizza, champiñones, jamón ibérico, y si nos acercamos a Málaga hay quien ha probado con el de salchichón de Málaga o el de boquerón. Lo que sí es cierto es que la industria heladera no deja de sorprendernos. Si el sabor es dulce o salado, eso ya es elección del consumidor.