­Tiempos de cambios. Tiempos de nuevos partidos. Pero sobre todo, tiempos de sillas. Las de los despachos que tienen que abandonar los políticos que no han sido elegidos en las urnas y las de las formaciones con menor representación que se sientan para aunarse y acceder al poder. Este es el caso de Torremolinos. La mayoría absoluta de Pedro Fernández Montes llegó a su fin el domingo por la noche. Una circunstancia vista con buenos ojos desde las filas socialistas, que quieren aprovecharse de ello con un acuerdo a cuatro bandas.

Las fuertes tensiones entre los actuales partidos de la oposición y el PP de Fernández Montes harían imposible un acuerdo. De esta manera, y con los resultados del domingo en la mano, la única posibilidad es un acuerdo en pleno de las formaciones con menor representación. El candidato del PSOE, José Ortiz, aseguró ayer que el trabajo realizado en común entre todos durante la campaña «puede ayudar a aupar al PSOE a la alcaldía». Ortiz recalcó que no quería hablar todavía como alcalde, aunque sí que hizo referencia al trabajo que los populares tendrían que realizar en la oposición.

El líder socialista aseguró que Torremolinos «quiere un cambio y está preocupado». «La ficha la tiene que mover el Partido Popular, nosotros sólo tenemos que dialogar con las otras formaciones y tenemos muy buenas relaciones con todos ellos», dijo Ortiz.

Las otras formaciones que pueden tener la llave de la alcaldía de Torremolinos -Ciudadanos y Costa del Sol Sí Puede- se muestran cautas de cara a los próximos días.

La candidata de la formación naranja, Ángeles Vergara, emplaza a las negociaciones de los próximos días. «Nuestro objetivo es el de apoyar las buenas propuestas», aseguró Vergara. Ante la posibilidad de abstenerse y así facilitar la investidura de los populares, Vergara asegura que no quiere «defraudar a los votantes de Torremolinos». Esto deja entrever la dificultad con la que se encontraría Fernández Montes para pactar con el resto de formaciones.

Por otra parte, el candidato de CSSP, José Manuel Piña, tampoco quiso lanzar campanas al aire sobre posibles pactos. Piña sólo confirmó la asamblea que mantendrán en los próximos días, presumiblemente hoy, para dirigir algunas de las «líneas rojas» que pondrían sobre la mesa para sentarse a negociar.

El varapalo que ha sufrido el PP tras 20 años de mayorías absolutas provocó que la noche electoral Pedro Fernández Montes desvelara que estaba meditando abandonar la política y que lo decidirá «en los próximos días». Todo apunta a que dará un paso atrás en el caso que fructifique el pacto entre los demás partidos para situar al socialista José Ortiz en la alcaldía. Un cargo que no ostenta un representante del PSOE desde 1991, cuando Miguel Escalona, que había pilotado todo el proceso de segregación de Málaga, accedió a la alcaldía en coalición con IU.

Las principales formaciones con representación muestran su escepticismo sobre la incertidumbre en la que se encuentran los populares. Incluso José Ortiz se atreve a apuntar que la sustituta de Fernández Montes sería la secretaria general de los populares en la provincia, Margarita del Cid, número cuatro de la lista.