Sucedió cuando el PSOE de Fuengirola estaba a punto de presentar un candidato distinto. Entonces, García León decidió presentarse a las primarias y ganó sin romper a sudar mucho gracias a los militantes de Fuengirola. No es la primera ni la segunda vez que tiene delante al PP, aunque ahora confia en su victoria.

Es la tercera vez que se presenta como candidato. ¿Qué le hace ser optimista?

Ahora se dan varias circunstancias diferentes. Personal y políticamente tengo más madurez y más experiencia. Luego, en Fuengirola, el PP lleva casi 30 años y existe un cansancio generalizado.

¿Qué valoración hace del presente mandato, que ahora llega a su fin?

Es el mandato de una ciudad dormida. En general, los últimos ocho años, el PP se ha abrazado a la dejadez. La ciudad se ha quedado paralizada.

¿Cuál es su percepción de la calle?

Es de ganas de cambio total. La gente quiere cambiar 30 años de PP. Hacen falta nuevas ideas y un poco de aire fresco.

Ana Mula solo lleva cuatro años de alcaldesa.

De alcaldesa. Pero está ahí desde el principio, que son casi 30 años. De todas maneras, el problema no está en las personas. El problema está en las ideas. No se atreven hacer cosas nuevas porque juegan a la defensiva.

¿Hay un clima de consenso con los partidos de la oposición para propiciar ese cambio?

Todos los partidos que se presentan a estas elecciones, que no son del PP, quieren este cambio. El único partido que puede garantizar ahora mismo el cambio en Fuengirola es el PSOE. Tenemos que concentrar el voto progresista. Vemos como

Ciudadanos titubea y Vox ya es el aliado natural y declarado del PP. Ya lo sabemos.

¿Teme que la participación se hunda con respecto a las generales?

Es importante que la gente se conciencie en terminar la faena que iniciamos en las generales. De lo contrario, los ayuntamientos quedarán en manos de gobiernos del PP y Vox. Luego, si hay movilización va a haber cambio. En el caso de Fuengirola, a través del PSOE, que es el único partido que garantiza ese cambio.

¿Cuál es su propuesta estrella para Fuengirola?

Mas que propuesta estrella, diría que propuesta de necesidad de una ciudad con diez kilómetros cuadrados, 77.000 habitantes y casi 40.000 vehículos. Hablo de la movilidad. Fuengirola necesita un rediseño en su movilidad. Lo vamos a llevar a cabo con la peatonalización del Centro y limitando la velocidad a través de lo que hemos llamado 'Ciudad 30'.

¿Tiene vetos para posibles pactos postelectorales?

Yo aspiro a que el PSOE sea la primera fuerza política en Fuengirola y presentarme al pleno de constitución como candidato a la alcaldía. Los partidos que quieren cambio, tendrán que apoyar al candidato del PSOE. Los que no quieren cambio, tendrán otras opciones.

¿Qué lectura hace del resultado de las elecciones generales?

En todos los análisis hay que ser templado. Cada convocatoria electoral es diferente. Nosotros aspiramos, en todo caso, a que esa ola de las generales llegue a las municipales. Y mantener la unidad del voto progresista en el PSOE. Y que la gente no se quede en casa. Si se queda en casa, el PP se mantiene.

¿Le preocupa la fragmentación del voto en la izquierda. Hay muchas opciones al margen del PSOE?

Si el voto progresista no se concentra en el PSOE, el cambio será mucho más difícil. Sin lugar a dudas. Apelo a la unidad de voto.

¿Qué desea para Fuengirola en los próximos cuatro años?

Deseo que podamos vivir bien y convivir mejor. Con todas las medidas que proponemos en el PSOE.

¿Cuáles son las grandes asignaturas pendientes?

La movilidad y un rediseño de marca. Eso es lo que Fuengirola necesita. Que el turismo de familia y accesible vea en Fuengirola el destino ideal.

¿Está a favor de que el Gobierno central flexibilice el techo de gastos a los ayuntamientos que tienen superávit?

Sí, hay que flexibilizarlo. Las ciudades saben mejor dónde están sus necesidades.

¿El estado de las playas en Fuengirola es satisfactorio?

Si apostamos por el turismo, hay que cuidar nuestras playas. Nosotros acabamos de perder en Fuengirola tres de las cuatro banderas azules. Por tanto, tenemos que recuperarlas. Sí hace daño a lo que es la oferta. Y hace daño a lo que es el reconocimiento que otorgan esas banderas azules.