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La Opinión de Málaga
Ver galería >Este jueves, un total de 1.200 niños y niñas cambiaron por un día el aula y el encerado por el estadio de La Rosaleda, donde se vivió un ambiente de lujo y la chavalería fue la gran protagonista. Los pequeños disfrutaron de lo lindo viendo de cerca a los jugadores del Málaga CF. Corearon sus nombres, vivieron momentos de gran alegría, se pintaron las caras con los colores blanquiazules y no dejaron ni un momento de animar y festejar pases, regates y todas las acciones del entrenamiento diseñado por Víctor.
Álex Zea
Este jueves, un total de 1.200 niños y niñas cambiaron por un día el aula y el encerado por el estadio de La Rosaleda, donde se vivió un ambiente de lujo y la chavalería fue la gran protagonista. Los pequeños disfrutaron de lo lindo viendo de cerca a los jugadores del Málaga CF. Corearon sus nombres, vivieron momentos de gran alegría, se pintaron las caras con los colores blanquiazules y no dejaron ni un momento de animar y festejar pases, regates y todas las acciones del entrenamiento diseñado por Víctor.
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