Mis primeros paseos por librerías en septiembre me han dejado perplejo, y es que salí indemne de todos ellos. En ningún momento saqué la cartera, y mis exangües ahorros no se resintieron. Parece que las editoriales se reservan para octubre, o que soy de los pocos que no ha caído rendido ante el encanto octogenario de Margaret Atwood y Los testamentos (Salamandra, 2019), continuación muy esperada de El cuento de la criada. Tampoco me seduce la literatura Vox de Arturo Pérez-Reverte y su Sidi (Alfaguara, 2019), ese libro que pretende ser una revisión a lo western machito de la leyenda del Cid. Bueno, este mes en el que las novedades me dejan tranquilo me servirá para llegar a octubre con la cartera preparada. Por ejemplo, el próximo 8 de octubre tengo una cita con Éric Vuillard y La batalla de Occidente (Tusquets, 2019), novela que nos traen tardíamente y en la que el escritor francés arremete contra la Gran Guerra. Y ya a finales de mes, quien llega es Eduardo Mendoza con El negociado del yin y el yang (Seix Barral, 2019), segunda parte de la serie sobre las peripecias de Rufo Batalla que comenzó con El rey recibe (Seix Barral, 2018). Espero que esta novela remonte la sensación de trabajo rutinario y sin chispa de la primera. Sea como sea, Mendoza siempre es una cita ineludible para mí y mi cartera.