Una promoción de 59 viviendas que el Ayuntamiento de Málaga adjudicó hace once años, en abril de 1997, en la calle Rosal Carmesí, aún no ha podido ser entregada ya que sigue en construcción debido, entre otras cosas, a un pleito con la constructora.

Este tardanza ha hecho que el precio inicial en que se adjudicó la construcción haya subido ya en tres ocasiones, con lo que el coste del precio de las obras se ha incrementado por cuatro.

El último incremento fue aprobado ayer mismo en el consejo rector del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV), con el voto en contra de los concejales de la oposición. Este tercer incremento asciende a 1.651.339 euros y se justifica esencialmente en la necesidad de instalar ascensores en aplicación de la ordenanza municipal de accesibilidad, que no regía cuando la obra se adjudicó.

La obra se adjudicó en 1997 por 1.399.276 euros. En marzo de 1999 se acordó el primer aumento de coste con 275.311 euros. En noviembre de 2005 se aprobó un segundo aumento de 2.035.650 euros y ayer el tercero. Con ello el coste de las obras asciende, de momento, a 5.360.000 euro.

La promoción se adjudicó en abril de 1997 con un plazo de ejecución de 14 meses. Dos años después la empresa constructora paralizó las obras al asegurar que el terrenos no reunía condiciones. El pleito por este contencioso entre el Ayuntamiento y empresa constructora se ha alargado seis años.

Mas espera. El Ayuntamiento decidió primero rescindir el contrato con la empresa "por incumplimiento del plazo de realización de las obras". Finalmente, ya en 2005, decidió revocar la recisión y volvió a darle las obras a la constructora, previo un aumento del coste. En esa fecha, noviembre de 2005, la constructora se comprometió a terminar las obras en "un año". Pero los adjudicatarios seguirán esperando al menos 14 meses más ya que le han otorgado esa prórroga a la empresa.

Todo esto ha vuelto a concitar la protesta del grupo socialista que ya lo hizo en otras ocasiones. La concejala María del Mar Zamora señaló al respecto que la constructora "sigue chuleando al Ayuntamiento, ahora con nuevas necesidades que sólo se justifican por los once años de tardanza en las obras". Lo peor, según Zamora, "es que este retraso condena a los adjudicatarios de las casas a seguir esperando y demuestra lo poco que le importa al equipo de gobierno la demanda social de viviendas de los ciudadanos".